Rusia 2018: El Scratch, fiel a la historia y el jogo bonito, se apunta a cuartos

Rusia 2018: El Scratch, fiel a la historia y el jogo bonito, se apunta a cuartos
Fecha de publicación: 
2 Julio 2018
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México lo buscó, intentó sacudirse, como en otras tantas ocasiones, de las maldiciones de no poder llegar al quinto partido, ni de marcarle a Brasil en Copas del Mundo, pero en definitiva no pudo conseguirlo y se vio superada 0-2 por la genética, la historia, escuela y buen fútbol brasileño.

Con un Neymar que pese a sus virtudes histriónicas tiró de su elenco, con internadas vertiginosas, teniendo a la zaga azteca en tensión constante, anotando el primer gol de la Canarinha y dando la asistencia en el segundo luego de una esprintada con el tanque de “nitro” abierto por el corredor derecho y asistencia de exterior dibujada para Firminho.

Si hace cuatro años, recuerdo haber escrito sobre lo acaecido en Fortaleza, Brasil: Apuntes de un 0-0 “Memo-rable”, este lunes nuevamente el arquero Guillermo Ochoa se erigió figura del Tri en un partido que de no ser por sus atajadas, bien pudo terminar cuatro o cinco a cero. Sí, a sus 32 años, con 1.85 metros de estatura, Memo continúa siendo un recio guardián del arco con la selección mexicana.

Y es que este Brasil centra su accionar sobre criterios de seriedad y efectividad de sus líneas. Conjuga el talento de sus hombres en ataque, liderados por Ney, con la sobriedad y disciplina táctica de su línea defensiva, con Casemiro y Paulinho incombustibles en la recuperación en el medio campo.

Así salieron al césped de la Arena Samara ante 41 970 espectadores ambos elencos. México dispuesto a vender cara la derrota, plantando cara y presionando arriba desde los primeros compases, pero en definitiva consumidos por una marea verde-amarela de fútbol.

Ese ritmo endemoniado de partido, con opciones de gol incluso, y el Chuky Lozano por izquierda destilando talento y generando peligro, con la complicidad de Carlos Vela por derecha. Esa perseverancia, sin peligro extremo para Allison cabe reconocer que los sostuvo con vida durante la primera mitad.

Lógicamente ese desgaste excesivo los llevó a realizar cambios, pese a tener ligera superioridad en el dominio del balón. Del otro lado, Brasil parecía estar moviendo los hilos del partido a placer, y cuando realmente pisó el acelerador, hacia el complementario, dio una lección de verticalidad, tiros de gracia y goles. Por cierto, su tercer partido en línea sentenciado con pizarra de 2-0 en Rusia.

Hacia el 25 Neymar se gastó su primera individualidad, que encontró a su paso la anatomía de San Memo. Rafa Márquez se interpuso en par de jugadas de Coutinho antes de que este pudiera desembarcar el pase o centro de la muerte…

Así cayó el medio tiempo, con México sumergiéndose en la ansiedad, Brasil mostrando el rostro de la calma del gigante, y la pizarra regalando el 0-0.

Con el complemento llegaron las modificaciones y comenzó la clase de superioridad: Miguel Layún sustituyó a Márquez, Edson pasó a recuperar en la media cancha y justo ahí el Tri comenzó a hacer aguas.

La resurrección de William y su asociación con Ney fueron algunas de las claves. Neymar le deja la Telstar de taco a William, quien penetra y sirve al segundo palo. Ochoa se estira, pero su parte humana no pudo detener el esférico y Neymar se encargó de anidarlo. Corría el 62 y en lo adelante, Brasil se impuso en la batalla colectiva.

Neymar daría otra muestra de calidad suprema: se descolgó y sus piernas fueron más veloces que las de sus marcadores, midió las coordenadas y de empeine exterior sirvió para el recién ingresado Firminho, que solo hubo de empujarla al fondo de las redes. El de la tranquilidad llegó con merecimiento para los auriverdes, superiores en toda la ruta y con una decena de sus 21 disparos a puerta entre los tres palos. Imaginen entonces cual fue el desempeño colosal de Memo Ochoa bajo el arco.

Claves:

1-    La superioridad de la selección brasileña, avalada por el talento incuestionable de su artillería y la organización de su línea defensiva.

2-    El desgaste excesivo de los jugadores del Tri, en su afán de ir a buscar el partido, y por consiguiente la urgencia de introducir modificaciones en su esquema, que a la postre les pasaron factura.

3-    Un Neymar que hizo la diferencia, tirando de los suyos con gol y asistencia.

4-    La verticalidad y eficacia de Brasil en cuasi todas sus llegadas al arco azteca.

5-    Memo Ochoa, otra vez “Memorable” con sus atajadas e impidiendo una goleada que pudo ser casi de escándalo.

México es eliminada en octavos de final por séptima vez consecutiva, mientras la contra cara es un Brasil que en 25 partidos bajo el mando de Tite solo ha encajado seis goles, además de solo haber sucumbido en uno de los 41 desafíos en los que Neymar ha anotado.

Cierre a ritmo de números. Brasil llega a 228 goles en Copas del Mundo y supera a Alemania como nación más goleadora en la historia de estos certámenes.

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