Rusia 2018: El pacto de no agresión entre ingleses y belgas, y el puzzle letal de cruces

Fue un partido jugado como a firmar sentados en una mesa un pacto de no agresión el de Bélgica e Inglaterra por el liderazgo del grupo G, incluso antes del silbatazo inicial, pues ambos mentores decidieron modificar sus alineaciones para darle descanso a piezas claves, sabiéndose clasificados. En definitiva un zapatazo de zurda de Adnan Januzaj (51') desde fuera del área puso el 1-0 definitivo y la cima del apartado en poder de los Diablos Rojos belgas.

Sin trascendencia y tan solo con atisbos de buen fútbol transitó el desafío, que le arrancó bostezos a más de un hincha de los 33 973 congregados en Kaliningrado.

Pese a emerger airoso y comandar con nueve puntos de manera rutilante el G, Bélgica transitará por el sendero escabroso en lo concerniente a cruces, pues tras Japón, en apariencia manjar de octavos, le tocaría Brasil si la 'Canarinha' supera a México, y luego podría enfrentar a Francia, Argentina, Uruguay o Portugal.

Mientras Inglaterra tendrá su primer cara a cara con Colombia, cuartos le deparará el ganador del Suecia-Suiza, y en 'semis' podría medirse a Croacia o España.

Así los ingleses destilaron un poco más de intención en la primera mitad, presionando arriba con Vardy y con el novel Trent Alexander-Arnold incombustible por la derecha. Sin embargo los belgas pusieron las chances: disparo desde fuera del área de Youri Tielemans que el portero inglés Jordan Pickford desvió fuera, y dos balones aéreos, el primero bajado por Marouanne Fellaini que el delantero Michy Batshuayi no llegó a rematar, y el segundo capturado por Fellaini para un disparo en el que se interpuso Alexander-Arnold para evitar el gol.

Pse a tener la posesión, no generaron los Leones Rosa peligro en el arco de Courtois, y tras el golazo de Januzaj fueron por el empate pero no lo concretaron. Del otro lado tuvo su estreno Vincent Kompany, referente en la zaga belga y que venía de una lesión.

La entrada de Danny Welbeck le daba en teoría mayor poder de fuego a los br4itánicos, pero seguían adoleciendo de claridad de cara al gol.  

Caería el telón y la ruta tentativa fraguada por cada uno de estos onces, contendientes por cierto, ya la conocemos.

Túnez se despide alzando la frente

Dos caras de una moneda las de Túnez y Panamá. Cuando parecía que los canaleros al menos signarían un empate en su estreno mundialista Wahbi Khazri les amargó la ilusión. Por el contrario, se marchan sin punto alguno, en la posición 32 del certamen.

El atacante del Rennes francés encaminó a los suyos 40 años después a un triunfo, luego de que en Argentina 1978 se estrenaran como primer país de África vencedor en Copas con aquel 3-1 sobre México.

El Mordovia Arena vivía una historia que si bien intrascendente para ambos, se soportaba sobre pilotes de orgullo, añoranza y novedad.

Así, el plantel comandado por Nabil Maaloul salió al césped más decidido, en busca del gol, pese a tener que defender el arco su tercer portero, tras las lesiones de Ben Mustapha y Mouez Hassen. Corrían los minutos y los panameños ganaban en soltura.

Premiada a la media hora con una acción colectiva culminada con pase de Román Torres, en la media luna, a Jose Luis Rodríguez. Disparó el 'Puma' y en su trayectoria el balón fue desviado por Yassine Meriah para confundir a Aymen Mathlouthi y anidarse en las redes.  

Panamá se reforzó en defensa hacia el complementario y Túnez se mostró incisivo en ataque, a tal punto que pasados cinco minutos ya había encontrado la igualdad.

Naim Sliti abrió el juego a la banda derecha de Wahbi Khazri que envió la pelota al centro del área por donde entró Fakhereddine Ben Youssef, que batió a Penedo. Ciertamente Khazri fue una bestia negra para los canaleros y en consonancia el mejor jugador del partido, rendimiento premiado con el tanto de la victoria para los suyos.

De este modo rompieron los tunecinos una sequía de 13 partidos sin ganar en Copas Mundiales. Para Khazri, ser el primer jugador de esa nación en anotar dos tantos en Mundiales, además de que a nivel de conjunto materializaron cinco, igualmente inédito.

El álgebra de cruces

Dos llaves a todas luces un tanto desbalanceadas en cuanto a calidad y rendimiento exhibido por los elencos inmersos. La denominada de la izquierda más rocosa, con Uruguay, Portugal, Francia, Argentina, Brasil, México, Bélgica y Japón, en el otro lado del corredor que enrumba a la Copa España, Rusia, Croacia, Dinamarca, Suecia, Suiza, Colombia e Inglaterra.

Lo cierto es que en buena medida los elencos trazaron su propio camino, mientras otros dependieron de terceros para colarse en el festín de vida o muerte, como los nipones.

Nadie de antemano osó pensar que los alemanes, ese tanque tan temido, fuese a quedar en definitiva en el puesto 22, como tampoco que Polonia brindase una imagen tan deprimida. Desafortunadamente ningún elenco africano pudo asirse a la clasificación, pero Senegal, Nigeria y Marruecos dejaron un sabor no del todo ingrato. México sacó la cara por la CONCACAF pero ese rostro en su última aparición semejó al de un adolescente disperso; mientras Costa Rica distó de ser la matagigantes del 2014.

Nuevamente me atreveré a decir mis candidatos a cuartos, incluso seré osado y me adelantaré a darle mis cuatro semifinalistas, toda vez que los organigramas ya están dibujados. Seguimos latiendo el Mundial, con goles (2 501 se alcanzaron en toda la historia con el de Khazri), sorpresas y lágrimas de eliminación.

A cuartos de final:
Francia-Uruguay, Brasil-Bélgica, España-Croacia, y Suecia Inglaterra.

Semis:
Francia-Brasil, y Croacia-Inglaterra.

Ese es mi prisma. Usted dibuje el suyo a su imagen y semejanza.