Dos muertos en ataque de grupos delincuenciales en Nicaragua

Un poblador de Carazo (centro) que se dirigía a su trabajo perdió la vida cuando individuos encapuchados a bordo de una camioneta dispararon en el sector Cuatro Esquinas, de acuerdo con la fuente.

De igual manera, una persona que se trasladaba en una motocicleta murió apedreada por individuos que permanecen en un bloqueo de vía en Estelí (norte).

Según el reporte policial, la ciudad de Masaya (oeste) continúa bajo el acecho de pandillas, que este lunes irrumpieron en el colegio José Benito Juárez y destruyeron tres computadoras.

La jornada de ayer estuvo marcada por el incendio a la vivienda de la madre del diputado José Ramón Sarria, en el barrio San Felipe, León.

También en el municipio de Nagarote, en ese mismo departamento, sujetos con morteros y armas artesanales saquearon y destruyeron oficinas del programa social Usura cero, casa materna, centro de rehabilitación y del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social.

Como en otras localidades del país, la delegación de la policía en Nagarote sufrió anoche el asedio y ataque de sujetos con armas de fuego, repelidos por los agentes, conforme a la institución.

Ocho uniformados murieron y otros 200 resultaron heridos desde el inicio de la crisis el 18 de abril, según contabilizó la Comisión de la Verdad, Justicia y Paz.

En total, son 168 víctimas fatales y dos mil 100 lesionados, de acuerdo con el recuento realizado hasta el jueves por la junta, encargada de esclarecer los hechos.

La escalada de violencia estalló en medio de protestas contra reformas gubernamentales al seguro social, más tarde derogadas por el Ejecutivo, pero que no detuvieron las manifestaciones, a las cuales se sumaron otras demandas políticas.

De acuerdo con observadores, tales reformas sirvieron de pretexto para poner en marcha un plan dirigido desde el exterior con el objetivo de desestabilizar la nación y provocar el derrocamiento del gobierno del presidente Daniel Ortega.

El Ejecutivo apuesta por el diálogo nacional con sectores opositores para buscar una solución a la crisis y llevar la paz a la nación.

La Conferencia Episcopal, mediadora y testigo, reanudó el viernes el proceso, estancado hacía más de tres semanas por la situación de violencia en el país.