Emociones en Rosario en el 90 aniversario del nacimiento del Che

En una helada mañana, con menos dos grados de temperatura, el abrazo caluroso entre hermanos cubanos y argentinos se fundió para rendir honores a uno de los más grandes hijos de América Latina, el guerrillero que soñó por un mundo mejor posible, cuyos ideales germinan en las nuevas generaciones.

Entre un canto a la patria, la celeste y blanca fue alzada poco a poco en el monumento a la bandera.

Al pie del mástil, varios hermanos del Che, su entrañable amigo Calica Ferrer, el héroe cubano Antonio Guerrero, autoridades de la municipalidad y miembros de la embajada cubana y del movimiento argentino de solidaridad vivieron con emoción el momento.

Daba así comienzo al homenaje a un hijo ilustre que nació hace 90 años en Rosario, que le rinde tributo con diversas actividades para defender y resaltar su vida, su legado, sus eternas enseñanzas en favor de la justicia y la igualdad.

Adentro del imponente monumento, en el subsuelo del propileo dónde se encuentra la Sala de Honor de las banderas de América, se vivió también una velada especial.

Allí la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, el héroe cubano Antonio Guerrero, entre otros representantes, colocaron una ofrenda de laureles con los colores que representan a esta nación austral y a Cuba en honor al guerrillero heroico.

Las emociones y la fuerza para continuar la lucha e ideales del Che se respiró dentro del recinto en esta velada que tuvo su punto alto en la Plaza donde se erige la estatua en bronce con la imagen de Ernesto Guevara de la Serna.

A la vista de muchos transeúntes, desde la simbólica plaza, el secretario de Gobierno de la municipalidad, Gustavo Leone, resaltó còmo hace 10 años atrás en ese mismo lugar con el esfuerzo de mucha gente se pudo llevar adelante el monumento, realizado con llaves donadas por cientos de personas.

Una década después, dijo, nos pusimos a trabajar todos juntos con mucho compromiso para poner en escena con mucha fuerza el 90 aniversario del Che.

Estamos muy felices de poder festejar este onomástico y de trabajar en una agenda futura con proyectos para fortalecer los lazos entre el centro del Che de Rosario y de La Habana, entre otras iniciativas, destacó.

En momentos políticos como los que estamos viviendo donde los vientos soplan fuertes en contra de lugares donde se desarrollan políticas públicas que apuntan a la igualdad y que aquellos más humildes tengan los mismos derechos, estos símbolos tienen que trabajarse con mucha fuerza, dijo.

Por su parte Ernesto Champa Galeotti, de la multisectorial de Rosario, resaltó que homenajear al Che hoy es un desafío importante porque el clima político en Argentina y en América Latina es adverso al pensamiento de igualdad, de emancipación, de soberanía.

Presentes en estos 90 años del Che estuvieron Maria Victoria, Ramón, Celia, Ramiro y Juan Martín, sus hermanos, su entrañable amigo y compañero de viaje en su primer viaje en motocicleta Calica Ferrer, y miembros de la multisectorial de la solidaridad con Cuba en Rosario.

Al acto también asistieron el secretario de derechos humanos de la provincia de Santa Fe, Marcelo Truco, funcionarios de la municipalidad, el tercer secretario de prensa de la embajada cubana, Leinier Espinosa y el tercer secretario de solidaridad, Leogel Delgado, y Lilia Zamora del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).