El escándalo Lopetegui

Independientemente de las necesidades del Real Madrid, el todopoderoso Florentino Pérez se olvidó de que es español y pasó por encima de los intereses de todo un país. Eso, sin contar que por ética, cuando una persona tiene contrato vigente, este debe ser respetado.

Empiezo con Florentino, pero el principal responsable de este escándalo es el propio Lopetegui. De cierta manera los apremios del Madrid son entendibles, pero si usted tiene un compromiso tan grande como es un Mundial, no puede poner la cabeza en otra cosa y lo menos que puede hacer es decir: Por el momento no.

Sin embargo, el ya extécnico de la Furia Roja pensó (no sé por qué), que esto no representaba un conflicto de intereses y sin el menor tacto, no solo firmó el nuevo convenio, sino que anunció su nueva contratación como si estuviese de vacaciones y no al frente de un equipo, que además es candidato a levantar la Copa. Lo menos que pudo hacer era esperar a julio antes de divulgar la noticia, que tomó de sorpresa a la Federación española.

Esta actitud echa por tierra un trabajo meritorio al frente del plantel ibérico, al cual deja invicto bajo su mando y con grandes opciones de coronarse pese a todo, si es que su reemplazante, Fernando Hierro, no le da por empezar a improvisar.

Hierro, que sonaba para el banquillo del equipo blanco, intentará aguantar la papa caliente que le han soltado, pero ya Florentino insinúa que lo tiene fichado en un puesto directivo, como si le mandara un mensaje a la Federación española: Pongas a quien pongas, lo voy a fichar también.

Nadie puede calcular ahora el impacto que esto tendrá en la plantilla, con tan poco tiempo para preparar los partidos que se vienen, pero pueden estar seguros de que si llega el fracaso, ya tiene culpable.

Al Madrid tampoco le conviene esto, porque independientemente de sus necesidades, y de que estamos hablando de un técnico capacitado, acaba de cerrar una exitosa etapa de la mano de Zinedine Zidane, que era un paladín de la ética y un modelo desde todo punto de vista. Con mal pie empieza Lopetegui.