Anglada, la mejor opción

Tras verse descabezada de repente la dirección técnica de los citadinos, se dispararon los rumores sobre quién debería asumir el puesto, auténtica papa caliente tan tentadora como peligrosa, porque para ese equipo es todo o nada: solamente le sirve el trono.

Hasta última hora, Anglada se mantenía reacio a reasumir el puesto que tanta gloria le dio a inicios de este siglo, pero finalmente fue convencido por las autoridades correspondientes, al parecer con el argumento de los 500 años de la fundación de La Habana.

Por cierto, estas celebraciones tendrán su punto culminante en noviembre, y quizás ya para ese tiempo nadie se acuerde de lo que hizo o no Anglada, porque, según sus palabras, lo más que estará en el cargo será hasta febrero, en una hipotética Serie del Caribe.

Pero bueno, al menos yo me siento complacido porque haya aceptado, porque, en mi opinión, es el ideal para asumir la responsabilidad. El otro candidato que, a mi juicio, encaja en el puesto como anillo al dedo, salvo aquellos conocidos que también declinaron, es Carlos Tabares, pero me parece que el Lince giraldillo todavía está muy verde para asumir el mando de la nave azul.

Anglada sí está bien curtido en estos menesteres, y aunque no haya dirigido en Cuba desde hace una década, se ha mantenido vinculado al deporte nacional, aquí y fuera, y sabe cómo maniobrar con la temperamental materia humana que suele conformar los elencos capitalinos.

Sería injusto pedirle un campeonato, lo único que aceptan los industrialistas furibundos, pero sí estoy seguro de que el equipo jugará de forma aguerrida, como hizo él en sus tiempos de intermedista, y como jugaron bajo sus órdenes hace una década.

Para el próximo año puede ser que Tabares esté listo, o Javier Méndez ya pueda retomar el mando, pero ahora mismo, creo que Anglada era la mejor opción.