Mike Jackson en Cuba

Más de 14 millones de dólares recaudó el filme Pride, drama-comedia de corte histórico, estrenado en el Reino Unido en septiembre del 2014. Sin embargo, su mayor valía no fue la recaudación monetaria, sino la visibilidad que le dio al movimiento LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) cuando, en la década de los años 80, este fue demonizado por el gobierno de Margaret Thatcher.  

Mike Jackson, uno de los activistas gay, quien tuvo una participación activa a favor de los mineros que estaban en huelga por mejores derechos laborales, está por estos días en nuestro país, como invitado de honor del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), a propósito de la 11ª Jornada contra la Homofobia y la Transfobia.

Durante una de las actividades organizadas como parte de la 11a. Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, en el Multicine Infanta, en la capital. Mike, a la derecha, junto a Mariela Castro, directora del Cenesex, y el embajador británico en Cuba, Dr. Anthony Stokes.

La experiencia a favor de los mineros vivida por Mike en aquellos tiempos constituyó una de las historias que Stephen Beresford, el guionista de la película, llevó a Pride (Orgullo) con el actor Joseph Gilgun.

Feliz de estar en el país por primera vez, Mike considera que Cuba ha hecho mucho y cuenta con progresos —similar a Gran Bretaña— en cuanto a los derechos de la comunidad LGBTI (esta última letra se ha incorporado en los últimos años y significa intersexual).

Mike Jackson, activista inglés por los derechos de la comunidad LGBTI.

Mariela Castro y Mike Jackson en la Conga contra la Homofobia celebrada el pasado sábado.

Cartel de la 11a. Jornada.

“En 1984 fue el momento en que Margaret Thatcher asumió el poder por segunda vez. Ella quería cerrar 20 pozos de minería y dejar alrededor de 30 mil personas sin trabajo. Yo, simplemente, era un joven con un pensamiento socialista”.

¿Por qué la comunidad LGBT apoyó a los mineros?

“Para esta comunidad era importante no solo reconocer sus derechos, sino también los de otras personas”.

El guionista respetó incluso los nombres reales de quienes apoyaron a los mineros. Sin dudas, fue un verdadero orgullo…

“Sí, ¡claro! Stephen, el escritor, se me acercó; había escuchado mi historia y pensó que era increíble, que merecía la pena hacer una película sobre lo que ocurrió en aquel momento. La experiencia fue diferente para cada uno de nosotros. Algunos habían tenido con anterioridad un vínculo con los mineros; sin embargo, yo no, pero desde un principio me sentí identificado, pues provenía de la clase trabajadora. 
 
“La lucha duró cerca de un año; luego los mineros nos invitaron a ir a Gales a convivir con ellos y sus familias”.  

¿Qué significó para usted que se haya realizado una película basada en tales hechos?

“¡Fue increíble! Muchos jóvenes comenzaron a sentirse atraídos por esa manera nuestra de actuar. Por ejemplo, hoy han surgido nuevos grupos gay de apoyo, como el solidario con los trabajadores de los puertos y con los migrantes. La gente está tratando de hacer lo que nosotros llevamos a cabo en 1984. ¡No podríamos esperar algo mejor que eso!

“La película nos permitió levantar la voz no solo en el Reino Unido, sino en otros países, y hablar de lucha y de compromiso”.

¿Cómo ve el respeto en Cuba a la comunidad LGBTI?

“Aquí apenas llevo tres semanas, y quisiera quedarme más tiempo. Cuba es un país muy seguro, no hay drogas en las calles, ni gente sin hogar. Es un gran contraste con Londres, donde la gente vive muy frustrada. En mi país la fuerza de la derecha política ha estado en el poder durante cuarenta años, pero ahora, el nuevo líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, es muy buen candidato de la izquierda.

“En 1987, Margaret Thatcher introdujo una ley, la llamada Sección 28, la cual prohibió que se hablara de la homosexualidad en escuelas y otros lugares públicos. Entonces, no se puede decir que en Gran Bretaña todo es liberal y abierto. Los sindicatos han sido estrangulados y hoy es muy difícil luchar abiertamente por los derechos de uno u otro sector”.

Si le dijeran que Pride va a tener una segunda parte, ¿qué pensaría?

“Si eso pasa, voy a migrar hacia la luna”.

Breve sinopsis de Pride

Una de las escenas del filme.

La película muestra a un grupo de activistas LGBT que recaudaron dinero para ayudar a las familias afectadas por la huelga de los mineros británicos en 1984, al comienzo de lo que sería la campaña Lesbians and Gays Support the Miners (Lesbianas y gays apoyan a los mineros). El Sindicato Nacional de Mineros se mostró reacio a aceptar el apoyo del grupo debido a las preocupaciones de las relaciones públicas del sindicato, al ser asociado con un grupo abiertamente gay, por lo que los activistas, en cambio, decidieron llevar sus donaciones directamente a un pequeño pueblo minero de Gales, dando como resultado una alianza entre las dos comunidades. La alianza no se parecía a ninguna vista antes, pero fue un éxito.