MIRAR(NOS): Los juegos previos y el orgasmo femenino

MIRAR(NOS): Los juegos previos y el orgasmo femenino
Fecha de publicación: 
14 Mayo 2018
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Que yo recuerde, aunque siempre recuerdo poco, en esta columna no hemos hablado de los juegos previos. No obstante ese olvido imperdonable, asumo que muchos de los que me leen hoy conocen de la importancia del tacto en tales menestereS. Sabrán también que besos, caricias y abrazos juegan casi el rol determinante.

La piel viene a ser entonces una protagonista indiscutible. Algunos estudios sugieren que los juegos previos garantizan el orgasmo pleno y satisfactorio pero no como una regla fija. Tampoco lo es que tenga como duración 11 o 13 minutos, la extensión varía en cada pareja y no tiene que resultar tampoco un canon inamovible ni habrá premio para el mayor tiempo.

A estas alturas de mi vida doy por sentado que psicológicamente hablando las mujeres son de las especies más complicadas.
Asumo que la duración del juego previo responderá al cansancio tanto como a los vaivenes emocionales de los cuales somos la presa más fácil.

Se me salen los colores al rostro mientras escribo que la estimulación previa al coito (el acto en sí mismo) dura el tiempo en que la mujer indica a su pareja la necesidad imperiosa de ser penetrada. Ya habrán dilucidado que el sexo oral puede ser un componente de los juegos previos.

No hay que extrañarse porque muchas mujeres se nieguen a llegar al orgasmo durante los preámbulos. Existe la falsa creencia de que no se llegará al clímax en el momento de la penetración. Pero los especialistas sugieren que muy por el contrario los juegos son garante de la multiplicidad orgásmica en las féminas. Y ¡claro! no hay nada de malo en ello.

Algunas mujeres llegan a sentir que los juegos sexuales no duran lo suficiente y se sienten privadas de desarrollar su capacidad orgásmica. Peor no es sentirse limitadas en ese ámbito sino dejar de contarlo a nuestros compañeros por temor a que se ofendan.

No hay que considerar que estas mujeres son ninfomaníacas o muy sexuadas. Hay que desterrar de una vez las inhibiciones sociales a las que se someten las mujeres en el marco de la sociedades actuales.

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