Flores frente a epidemias

Flores frente a epidemias
Fecha de publicación: 
24 Abril 2018
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Pretoria, Sudáfrica – La doctora Julia Flores González llegó a Sudáfrica en 1996. Habían pasado apenas dos años desde que fuera derrotado el Apartheid y un acuerdo entre los presidentes Nelson Mandela y Fidel Castro llevó médicos cubanos a los más impensables rincones del recién liberado país. Julia Flores fue uno de ellos.

"A pesar de ser  especialista de 2do. Grado y Profesora Asistente de Medicina Interna, me asignaron a un hospital muy muy rural. Era allí donde necesitaban un médico, cuenta. Tuve que hacer de todo: Pediatría, Obstetricia, Ginecología, Traumatología. Fueron tiempos de grandes retos, vicisitudes, añoranzas, angustias, pero a fin de cuentas viví la realidad del África que había que cambiar".

El entonces Colegio Médico sudafricano se oponía fervientemente a la presencia de los médicos caribeños en el país; para los cubanos la forma de vencer esa oposición fue trabajar apenas sin descanso. "Hubo trabajo, mucho trabajo", cuentan quienes, como Julia, vivieron esa época. Mientras desentrañaban idioma, cultura, comida y costumbres desconocidos; se adaptaban a la realidad de un país que cambiaba. Se enfrentaban a una población llena de heridas. Sanaban, sentían añoranza de la Isla, crecían.  

Mujer vs VIH

Para Julia parte de ese crecimiento fue enfrentarse a la epidemia del VIH-SIDA en  los hospitales de Mbongolwane y Madadeni, provincia KwaZulu-Natal (KZN). "Fui testigo del desarrollo de la epidemia del SIDA, ¡muchas muertes como no te imaginas! Además había muchos estigmas, incluso algunos médicos rechazaban tratar a los pacientes, los casos eran muy complejos, y a pesar de los esfuerzos morían como moscas. El 100 % de los infectados morían".

En 2008, las muertes por VIH-SIDA alcanzaron su punto más alto en Sudáfrica, con alrededor de 280 mil personas fallecidas ese año. En 2016, datos de la oficina nacional de estadísticas indicaban que existen más de siete millones de personas viviendo con la enfermedad en el país.

"La estigmatización del individuo VIH positivo aún persiste en determinadas regiones del mundo. Yo también tenía inquietudes, pero decidí documentarme con solidez. Asistí a cursos, intercambié a través de correo electrónico con los expertos. Simplemente vencí mis inquietudes".

Un diplomado en el Colegio Médico y otro en la Universidad de KZN la ayudaron a perfilar el camino. En 2004, el hospital de Madadeni fue designado institución piloto del programa de Programa de Tratamiento de SIDA bajo las instrucciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la cubana como jefa del programa en toda la región de Amajuba, donde se encuentra el hospital.

"Organicé los servicios de pesquisaje y tratamiento del SIDA, entonces éramos dos médicos cubanos, el doctor Abdel Pérez y yo. Luego se incorporaron 3 médicos sudafricanos".

 Hoy Julia Flores es la directora de la Clínica de Atención Especializada en VIH de la región y Consultante del Departamento de Medicina Interna en el Hospital Regional de Madadeni. Con su trabajo da cobertura a más de 20 clínicas de atención primaria y 4 hospitales de distrito.

La Dra. Flores está convencida de que el factor determinante de la reducción de la mortalidad actual "es comenzar el tratamiento específico en etapas iniciales de la infección".

"La mayoría de los expertos coincide en que la infección por VIH se ha convertido de una enfermedad fatal a una enfermedad crónica tratable, donde la expectativa de vida ha mejorado en forma dramática. Sin embargo, es aún una enfermedad transmisible. La medida preventiva más poderosa es la práctica de sexo seguro", dice.

Para lograr conciencia sobre eso, reflexiona, es necesario un sistema de salud organizado, así como actividades educativas a nivel comunitario, centros de trabajo, escuelas y medios de comunicación.

TB y VIH: la alianza fatal

Camino a Johannesburgo un enorme cartel a un lado de la carretera, muestra una señora que sonríe mientras tiende ropa, debajo un mensaje: "con el apoyo de mi familia yo pude terminar el tratamiento, pude vencer la tuberculosis". El mensaje es parte de una campaña del Departamento Nacional de Salud sudafricano y no es fortuito.

No seguir el tratamiento contra la tuberculosis (TB) al pie de la letra médica, es el origen de la evolución de la enfermedad. Ahí encontró nuestra doctora camino para la investigación Diagnóstico molecular de la Tuberculosis MultiDrogoResistente(TB MDR). Análisis en un hospital rural regional, Sudáfrica, que presentará en el evento internacional Cuba Salud 2018.  

"La tuberculosis acostumbraba a tratarse con cuatro medicamentos, explica, pero debido a que los pacientes no cumplían el tratamiento según indicaciones médicas la micobacteria TB se hizo resistente a las drogas más poderosas. A este tipo de TB se llama TB MDR. Se desarrollaron nuevas drogas para combatirla y también se hizo resistente a los nuevos medicamentos. A esta se llama TB XDR, la extremadamente resistente".

¿Pero por qué tras casi dos décadas trabajando con VIH-SIDA, decide Julia entrar al mundo de la TB?

Un informe de la OMS publicado en 2009, aseguraba que Sudáfrica tenía en 2008 el número más alto de pacientes coinfectados con VIH y Tuberculosis en el mundo.

Casi una década después, el sitio TB Facts estima que "el índice de co-infectación es alrededor de un 60%, lo que significa que la epidemia de TB está directamente relacionada con la incidencia y prevalencia del VIH".

"La epidemia del SIDA ha empeorado la situación de la TB MDR. Aquellas personas que son VIH positivas empeoran más  fácilmente. Muchos médicos me consultaban casos muy complicados, es por eso que decidí emprender esta investigación".

Con el apoyo del médico sudafricano formado en Cuba Welcome Mbele, la doctora Flores decidió estudiar el comportamiento de la TB MDR en la región de Amajuba aplicando una nueva tecnología de procedencia alemana: LPA-Line Probe Assay (Ensayo de Sonda Lineal) que permite diagnosticar la afección en solo cinco horas, a diferencia de los dos meses y medio que requiere el método convencional.

"Los resultados de esta investigación demuestran que la nueva tecnología es realmente útil pero costosa en implementación y debe ser aplicada en laboratorios centralizados conjuntamente con el método convencional, lo que permitiría un presunto diagnóstico de TB MDR y así comenzar un tratamiento adecuado en un período más corto, evitando que evolucione a TB XDR".

Julia y Welcome llevarán a sus colegas del mundo los resultados de largas horas de trabajo en el hospital de Madadeni y 20 clínicas de atención primaria. El doctor Mbele, entrenado por Flores en el tratamiento al SIDA, tiene con ella una relación casi de madre a hijo.

Para la galeno cubana, se trata de algo más que un resultado médico: "mi intención es mostrar otro rostro posible de la cooperación médica, promover la actividad investigativa en salud entre dos países unidos por la historia".

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