Cosas de la vida: "Vaillant y su tremendo average"

Eddy Vaillant Vaillant es un tipo carismático, hablador impenitente y dicharachero, pero más que todo sobresale por una condición poco común: es padre de 26 hijos, abuelo de 59 nietos y bisabuelo de 35 bisnietos.

Con el acento propio de los nacidos en el oriente cubano, va narrando su vida de padre multiplicado, desde la llegada del primero de sus vástagos —una hembra nacida en 1954, cuando él apenas frisaba los 17 años— y que parece haber culminado con un  joven hoy con 22 años, estudiante del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, y quien también protagoniza este relato, porque es un año menor que el mayor de los bisnietos.  

Aunque algunos dicen conocer de otras personas con mayor cantidad de hijos —él mismo oyó hablar de un tal Quiala, por allá por La Maya, quien tiene 42 hijos— solo pude mostrar mi más humilde incredulidad cuando conocí de su buen average, de su vida de amores y desamores, y de anécdotas casi increíbles, como salidas de la más rica inventiva.

Foto: Agustín Borrego

¡Tres hijos un mismo día y con tres madres diferentes!

Ni él mismo hubiera podido creer que su impronta en la vida estaría salpicada por estos azahares, desde tener tres hijos nacidos el mismo día y de madres diferentes —otros dos nacieron también un mismo día— hasta que tres de los varones lleven el mismo nombre y haya podido reunir en una ocasión a 19 de sus muchachos.

“Eso fue cuando yo cumplí los 50 años, recuerda. Yo tenía en ese momento 25 hijos y nos reunimos en mi casa en el Distrito José Martí, en Santiago de Cuba. Hubo que ‘inventar’ para que todos cupieran en el apartamento y fue la vez en que estuve reunido con la mayor cantidad de ellos”.

¿Y todos se conocen? “De los 26, hay 22 que se conocen entre ellos, precisa; los otros cuatro son dos hembras que viven en Estados Unidos —cuando aquello de la Operación Peter Pan la madre se las llevó con solo unos meses de nacidas— otra de Baracoa y uno de Guantánamo.

“Caramba, lo del lugar de nacimiento es otro capítulo. Míre, yo desandaba mucho mundo y me nacieron niños en ocho lugares diferentes: Santiago de Cuba, El Cobre, San Luis, Guantánamo, Palma Soriano, Baracoa, Holguín y en La Habana”.

¿Cómo es para Eddy el Día de los Padres? “Es una locura, al igual que los 30 de mayo, el día de mi cumpleaños. Se me llena la casa de hijos, nietos, bisnietos, sus esposas, los maridos y los amigos.

“Aunque yo no los crié ni los mantuve a todos, sí los reconocí y siempre mi preocupación de padre estuvo y está presente. Pero creo sinceramente que lo malo es tener pocos hijos: fíjese que cuando se tiene uno solo el cariño se concentra y si lo pierdes, se te hunde la tierra.

“En total a mi me nacieron 34, lo que indica que he perdido ocho, incluso una ya con 22 años, que era la más pegada a mí. Es que la felicidad nunca es completa”.

De casta le viene al galgo
 
Su abuelo por parte de madre tuvo 24 hijos, y un tío —también por vía materna— llegó a 13, pero Eddy, 14 veces vanguardia nacional de la industria ligera y hoy con 82 años, cree que de quien más sacó fue de su abuela, “porque cuando ella tenía nueve años vio al General Antonio Maceo y se enamoró perdidamente de él. Me decía abuela que al verlo en su caballo, se prendó ‘para siempre de aquel mulato hermoso’.

Si de matrimonio se trata, Vaillant se casó en cinco oportunidades y tuvo descendencia en cuatro. “La que más hijos me dio fue Belkis, la segunda, con la que tuve tres, pero con la última —Dolores— no he tenido ninguno. Fuera de matrimonio he tenido hijos con 21 mujeres”, subraya.

Y una sonrisa pícara, socarrona, le ilumina el rostro, porque a su decir, solo ha brindado amor. “Yo jamás maltraté a una mujer. A mí en alguna ocasión me botaron por ‘sinverguenza’, por mujeriego, pero no porque tratara mal o le levantara la mano a ninguna mujer. Yo brindaba mucho cariño y ahí estaba la cosa”, sugiere malicioso. Y míre usted, le puedo asegurar que aunque estoy tranquilo, nunca he dejado de estar enamorado”.