Trump se reunirá con representantes de videojuegos

Pese a que decena de estudios no han encontrado un vínculo entre la violencia con armas de fuego y las gráficas muestras de violencia en el cine y los juegos de video, el presidente estadounidense Donald Trump ha lamentado la prevalencia de imágenes violentas disponibles para niños, como su hijo de 11 años.

A raíz de la masacre en una escuela en Florida el mes pasado, Trump se reúne el jueves con representantes de la industria de videojuegos y algunos de los críticos más acérrimos del sector para una discusión en la Casa Blanca.

Entre los participantes estarán la Entertainment Software Association, la Entertainment Software Rating Board y dos directores generales de creadores de videojuegos.

Se espera además la presencia de tres senadores republicanos, incluyendo Marco Rubio.

Asistirá igualmente un representante del Parents Television Council, un grupo conservador, así como el activista conservador Brent Bozell — un veterano crítico de la violencia en los videojuegos _ y el autor de un libro que vincula los asesinatos en masa con videojuegos violentos.

Ambas partes han expresado argumentos antes de la reunión.

La directora de programas del Parents Television Council, Melissa Henson, dijo en una declaración que asistirá a nombre de “padres que observan cómo las barajas diarias están cortadas contra ellos en lo que se refiere a todo tipo de violencia en los medios”.

A su vez, la Entertainment Software Association dio a conocer una declaración en la que dijo que los estudios “no han encontrado conexión entre los juegos y la violencia en la vida real” y hace notar que los juegos son populares en otros países que no tienen el mismo nivel de violencia con armas de fuego. Expresaron esperanzas de que la reunión “provea una oportunidad para tener una conversación basada en hechos sobre las clasificaciones de los videojuegos, nuestro compromiso en la industria con los padres y las herramientas que proveemos para tomar decisiones informadas”.

En el 2011, la Corte Suprema rechazó una ley de California que prohibía la venta de videojuegos violentos a niños. La decisión dijo que los juegos, como otros medios, están protegidos por la ley de libertad de expresión.