Guinea Ecuatorial: Retos y desafíos

Numerosos intentos golpistas manejados desde el exterior por el imperialismo y sus acólitos han sido desbaratados por el gobierno de Guinea Ecuatorial, que hoy enfrenta fuertes obstáculos que han servido incluso de caldo de cultivo para el descontento social interno.

Durante estos años, los medios de información de Occidente han desbarrado contra el presidente guineoecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, debido a sus continuadas victorias en las citas electorales, la preponderancia del oficialista Partido Democrático de Guinea Ecuatorial y el apoyo de otros entes partidistas, aprovechando las dificultades creadas por la crisis económica mundial, la eventual caída de los precios del petróleo y el rechazo a la participación estadounidense en la explotación del petróleo, luego de la expulsión de algunas de sus empresas que establecían condiciones leonas.

Logros y reveses ha contenido la actual administración a través de más de cuatro décadas de mandato, con un repunte meliorativo, luego de haber destituido a la dictadura que durante once años se mantuvo en el poder, a raíz de la independencia de España en 1968.

Cierto, ha habido avances en la calidad de vida de la población, pero no los necesarios y lógicos a resultas de un alto índice del crecimiento económico gracias a la explotación petrolera.

En este sentido, no solo Estados Unidos, sino principalmente España y algo Francia, han dado refugio a elementos opositores de derecha y ultraderecha que, desde el exterior, han alimentado complots, todos fallidos por la firme posición de las fuerzas armadas y el apoyo de la mayoría de la población.

Ello constituye un reto y desafío para el gobierno y su Partido, que han reconocido la corrupción existente derivada del poco control de los ingresos petroleros.

En este contexto, se ha emprendido una política de transparencia y limpieza de la corruptela dondequiera que sea, conociendo que este es un importante índice para lograr la credibilidad de los poco más de un millón 220 000 ciudadanos censados en la pequeña nación de 28 000 kilómetros cuadrados.

Esto es importante para lograr una democracia creíble, real, y no para la propaganda, como honesto mentís a la campaña reaccionaria al respecto.

Y es porque, aunque sus enemigos lo quieran ocultar, se ha logrado que el 90% de la población sea alfabeto y exista un índice de salud aceptable.

A pesar de remarcables progresos, la sociedad se enfrenta a nuevos y múltiples retos y desafíos: la inseguridad ciudadana, como consecuencia del aumento de la delincuencia y la creciente criminalidad; el alto nivel de desempleo, debido a la actual coyuntura económica mundial y nacional, así como a la ya mencionada corrupción, tan aprovechada por sus enemigos en la campaña de desprestigio contra el gobierno.

Es decir, eliminar los aspectos negativos es insoslayable, si las autoridades ecuatoguineanas quieren mejorar la condición social de sus ciudadanos.

Consciente de lo difícil de la situación, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial, en un reciente mensaje, se solidarizó con quienes han perdido su empleo y buscan un puesto de trabajo, así como con quienes la crisis económica actual ha golpeado fuertemente, y las víctimas de la delincuencia y la criminalidad. «Entre todos, encontraremos, como siempre, los mejores mecanismos para terminar con estas tristes situaciones», y agregó, para concluir:

«Para ello, se impone la necesidad de asumir, entre todos, un compromiso firme con el desarrollo de la nación y el bienestar de los ecuatoguineanos; supone seguir profundizando en las reformas institucionales y económicas que permitan salir de la actual situación de crisis económica, que está golpeando fuertemente a nuestras familias».