El otro finalista saldrá del Julio Antonio Mella

Los Azules llegan con ventaja, al necesitar solamente una victoria, mientras que los tuneros deberían imponerse par de veces para acceder por primera vez a la final.

De lo sucedido en el Latino, sigue llamando la atención la escasa producción ofensiva de los Leñadores, que se cansaron de repartir palos a diestra y siniestra en toda la serie, y ahora han sido silenciados por los abridores capitalinos.

Otra cosa es cuando llegan los relevistas, castigados en más de una ocasión en las postrimerías de los encuentros.

Una vez más nos parece que la dirección de los citadinos falló en la estrategia en el juego que perdieron, pues no debió acudir a un lanzador pescado a última hora como el pinareño Yoandry Cruz, en vez de apelar a quienes han realizado esas funciones con más asiduidad en el campeonato. Ojo, eso no quiere decir que le hubiera salido bien, se vio más tarde cuando puso a Alexander Rodríguez, pero parecía lo más lógico.

Lo que sí no tiene explicación es darle boleto intencional a Jorge Yonson (dice que se escribe así su apellido) para lanzarle a Danel Castro, el pelotero más peligroso de la nómina tunera. No se explica en ninguna situación, pero si además tenemos que Yonson está mal al bate, con más razón era preferible tratar de dominarlo a él que intentar hacerlo con un veterano de mil campañas, acostumbrado a la presión dentro y fuera de Cuba.

Por el contrario, los cambios le salieron a las mil maravillas a Pablo Civil, que también se vio forzado a realizar modificaciones en su alineación y no le tembló la mano. Las cosas pueden o no salir como se espera, pero al menos él hace lo que está en sus manos, pues recordemos que su banca no es tampoco de las más profundas en cuanto a bateadores.

Los Leones deben intentar de todas las maneras posibles ganar en el sexto juego, porque ir a un séptimo en el Mella sería demasiado peligroso. Para eso se encaramará en el box el zurdo Misael Villa, quien realizó una soberbia faena en un Latino repleto como nunca antes en varios años, con la serie empatada, y con la “obligación” de regalarle el triunfo a Carlos Tabares el día de su retiro oficial. El muchacho mostró temple y está llamado a hacer grandes cosas en esta pelota.

Los Leñadores dependerán de Vladimir Baños, pero más que del lanzador pinareño, del despertar de sus maderos, porque sin carreras no se gana.