El senador Marco Rubio y sus espectros

Muchas veces se ha dicho que en Estados Unidos existe en realidad un solo partido con dos caras, una demócrata y la otra republicana, cuyas ideas y actuación son, en lo esencial, gemelas.

A veces lo indican hechos de particular significación, como ahora cuando relevantes figuras del Partido Demócrata elogian y apoyan con vehemencia a muy controvertidos políticos republicanos.

Tal es el caso del senador floridano Marco Rubio, un posible candidato vicepresidencial del Partido Republicano desenmascarado por el  importante diario The Washington Post como un  vulgar embustero.

¿Qué sucedió? Este senador se ha jactado de ser hijo de un  matrimonio de origen cubano que huyó gallardamente de Cuba al ser perseguido por la Revolución de Castro.

Pero el Post llegó hasta la verdad: los padres de Rubio abandonaron La Habana en 1956, cuando la tiranía pro-estadounidense de Fulgencio Batista aún estaba en el poder. Algo que el senador aceptó.

Hasta el periódico del gran mundo de los negocios, The Wall Street Journal, le sugirió que destape cualquier asunto no claro para evitar un escándalo posterior.

La insinuación estuvo dirigida al golpe propinado a Rubio durante su campaña electoral, cuando en Miami revelaron que en varias ocasiones pagó gastos personales con una tarjeta de crédito de su partido.

También le señalaron que invirtió unos 4 000 dólares en servicios de taxis y en la reparación de un vehículo familiar, todo asumido con fondos de los republicanos.

Se trata de solo tres casos. Existen muchos más, tantos que configurarían libros de horror y misterio.

Pero ahora, cuando El Nuevo Herald entrevistó en Miami a la llamada “estrella ascendente”, como le dicen sus hombres, los citados antecedentes quedaron bajo una gruesa frazada de silencio.

Según el periodista Marc Caputo, quien hablo con él luego de su regreso de la impuesta base naval de Guantánamo, en Estados Unidos lo ven como posible candidato vicepresidencial republicano en las elecciones de noviembre.

Caputo agregó que el jefe de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata John Kerry, y el senador independiente de extrema derecha, Joe Lieberman, opinan que Rubio se está convirtiendo en un “protagonista clave de su política exterior”.

Tanto Kerry como Lieberman –dice el entrevistador- llegan a estimar que Marco Rubio es capaz de manejar al mismo tiempo los rigores de la campaña nacional y del Senado.

“He quedado impresionado por su manera de pensar –hacer la tarea necesaria para ganarse la credibilidad con respecto a su manera de enfocar los asuntos. Creo que eso es constructivo”, aseveró Kerry.

¿Cómo enfoca los asuntos? Lo responde el entrevistador Caputo.

“La política exterior de Rubio no es sutil. Es agresiva, neoconservadora y gira en torno a la creencia de que Estados Unidos es una fuerza del bien, “que no debe avergonzarse de lograr la paz mediante la superioridad de las armas de fuego o la diplomacia de la chequera”.

El periodista floridano añadió que Marco Rubio “dedica poco tiempo a hablar de los fracasos”, y en ese contexto favorece permanecer en Afganistán y sostener el bloqueo a Cuba.

A fines del mes actual el senador presentará su libro autobiográfico An American Son (Un hijo de Estados Unidos), en el que supuestamente relatará en detalle la emigración y el exilio de su familia.

¿Incluirá en la historia de sus padres el descubrimiento del  Washington Post que lo desnuda como un mentiroso? Veremos.