La defensa del dragón, una manera distinta de ver Colombia
Cuando el cine colombiano parece conducido por historias de narcotráfico y violencia, una propuesta diferente llega hasta el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Se trata de La defensa del dragón, ópera prima de la directora Natalia Santa Carrillo.
Una historia sobre la vida de tres personas en la tercera edad. Tres amigos en el centro de Bogotá: Samuel, Joaquín y Marcos. El club de ajedrez Lasker, el Casino Caribe y el café La Normanda son los escenarios donde se mueven Samuel, un ajedrecista profesional que vive de apostar en partidas que sabe ganadas, Joaquín, un relojero a punto de perder su taller, y Marcos, homeópata español que busca la fórmula para ganar en el póquer.
Según Ivette León y Nicolás Ordoñez, miembros del equipo de realización, La defensa del dragón “no se trata de una película colombiana, sino una película de todas partes que muestra nuestra realidad, pero se desmarca de películas de extrema violencia y narcotráfico”.
El filme habla sobre tres hombres que se refugian en sus rutinas para no afrontar la realidad y sus derrotas. Sin embargo es su propia realidad quien no los deja escapar y los obliga a tomar decisiones y replantear su lugar en el mundo.
Sobre el hecho de participar en el Festival de La Habana y estar compartiendo con el público en la capital cubana, Ordoñez afirmó que “volver a Cuba a presentar la película significa cerrar muchas cosas, es como volver a una segunda patria”.
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