Rusia tendrá armas más fuertes si EE.UU. abandona acuerdo coheteril

Rusia elaborará armamentos más potentes, si Estados Unidos abandona el Tratado de Eliminación de Cohetes de Corto y Mediano Alcance, firmado hace tres décadas, afirmó hoy el jefe del comité senatorial de Defensa y Seguridad, Viktor Bondarev.

Gracias al acuerdo firmado el 8 de diciembre de 1987 por Mijail Gorbachov y Ronald Reagan, a nombre de la Unión Soviética y Estados Unidos, se puso fin a la carrera armamentista y se evitó una guerra nuclear, comentó el senador ruso.

Pero nuestros socios estadounidenses intentan convertir el punto final de la carrera armamentista en una coma, al realizar acciones que violan el tratado o al declarar abiertamente la posible salida de él, estimó.

Tenemos con que responder, si Washington abandonara el arreglo de hace tres décadas, pues tenemos posibilidades tecnológicas suficientes para en breve tiempo crear armas mucho más potentes, advirtió Bondarev, al recordar la firma del histórico acuerdo.

Expertos rusos consideran que al rubricar el tratado hace 30 años, la Unión Soviética hacia concesiones que favorecían a Estados Unidos, pues ellos destruyeron poco más de 900 misiles, mientras la parte soviética eliminó unos mil 900.

Pero en el tratado se hace referencia específica a los misiles desplegados en tierra, sin incluir a los instalados en aviones o naves de combate.

En los últimos años, sobre todo, durante el conflicto en Siria, las fuerzas armadas rusas demostraron la efectividad de misiles como el Calibre, lanzado desde naves de superficie y submarinos contra posiciones del grupo terrorista Estado Islámico en ese país, consideran analistas.

Además, la aviación estratégica rusa también empleó con éxito nuevos cohetes alados. En ambos casos con un alcance cercano a los dos mil kilómetros.

Sin embargo, en ningún momento Moscú violó el tratado firmado hace tres décadas. De hecho, la parte rusa propuso en 2007 convertir en global, por su alcance físico y de tipo de portadores, al citado arreglo, pero Washington se opuso rotundamente.

La avenencia de 1987 incluía a los cohetes basificados en tierra con un alcance de entre 500 y cinco mil 500 kilómetros como los estadounidenses Pershing II, desplegados en Europa occidental, y los P12 y P14 soviéticos.