Ronaldo Veitía: Las fotos con Fidel las guardo como un tesoro

   
Las anécdotas relatadas por ellos sobre sus frecuentes encuentros son diversas y ricas, con un cierre o comienzo casi idéntico, pues todos, sin pensarlo dos veces, le otorgan el calificativo de padre del deporte cubano o el de  deportista mayor, por su ocupación, preocupación y amor por el deporte desde el mismo triunfo de la Revolución.
   
Con sus 70 años de edad, el Máster en Ciencias y octavo Dan, Ronaldo Veitía Valdivié, ya disfruta de la jubilación del alto rendimiento, pero mantiene latentes las experiencias vividas con Fidel en compañía del equipo nacional femenino de judo.
   
A Vetía le sobran motivos –medallas olímpicas, mundiales, panamericanas y centroamericanas- para sentir orgullo por su labor dentro y fuera de los tatamis, pero en su corazón y en el museo personal de su casa, en el capitalino municipio de Cotorro, guarda con orgullo un gran tesoro, las fotos con Fidel, las cuales siempre se las hizo llegar.
   
Recuerda las despedidas y recibimientos de las delegaciones a grandes eventos, las llamadas telefónicas, los diálogos estimulantes ante buenas o meritorias actuaciones, en todos los casos alentando y estimulando el trabajo en busca de mejores resultados.
   
Se pregunta cómo olvidar su sencillez y humildad, y las delicadas manos en cada saludo y abrazo del invencible líder que nos enseñó a vencer y amar a la Patria.
   
Tampoco pasa por alto el interés del Comandante por el desempeño de la mujer deportista, lo cual le tocaba muy de cerca, pues dirigió por 30 años a sus Marianas, como acostumbra a decirles con la felicidad del deber cumplido.
   
Explica que en una ocasión, Fidel le preguntó cuál era su motivación por laborar con mujeres, a lo que le respondió que la confianza en la valentía de las cubanas a lo lago de la historia de Cuba, y lo felicitó, gesto que nunca olvidará y lo fortaleció para continuar su trabajo.
   
Otro de los grandes tesoros que aparecen en su museo son varios de los tomos de las reflexiones del líder de la Revolución Cubana, los cuales recibió con mucho orgullo en un solemne acto.
   
Y como era de esperar, asegura que el padre del deporte cubano, el deportista mayor, siempre estará presente en cada uno de sus actos, ahora al frente del Proyecto Primavera con los niños de su natal Cotorro, quienes,  además de judo, aprenden a querer a Fidel, a Cuba.