Brasil: Siete asesinatos por hora, un record histórico

    También se disparó el número de desaparecidos.

    El año pasado 61.619 brasileños fallecieron de forma violenta lo cual representa una tasa de 29,9 personas asesinadas por cada 100 mil habitantes.

    El haber llegado a 61.619 muertes "es un dato obsceno, es mucho sufrimiento para una nación, la vida de la gente pasó a un segundo plano, como es posible que no se de prioridad al hecho de que esté muriendo tanta gente", declaró Samira Bueno, directora adjunta del Forum de Seguridad, la entidad que elaboró el Anuario.

    "La violencia se diseminó hacia todo el país, hasta convertirse en un problema nacional, esto hace que todo el país se sienta amedrentado", declaró Renato Sergio de Lima, director del Forum que elaboró el estudio con base en datos oficiales.

    El informe indicó que el año pasado fueron denunciadas 71.796 desapariciones de personas, mientras entre 2007 y 2016 hubo 693.076 ciudadanos en esa situación, lo que representa 190 casos por día de promedio en una década.

    Pero un número importante de esas personas, como son los niños o ancianos extraviados, han vuelto a sus hogares aunque no todos registran ese retorno en las comisarías donde previamente fueron realizadas las denuncias.

    Por otra parte el trabajo señaló que Brasil sufre índices de violencia propios de un país en guerra y, en números absolutos, el total de muertos en 2016 fue similar al causados por la bomba atómica en la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945. En la lista de los estados más violentos aparecen Bahía con 6.273 homicidios, seguido por San Pablo con 5.196 víctimas fatales y Río de Janeiro donde hubo 5.010.

    La curva ascendente de los índice de homicidios se estacionó en 2014, pero volvió a crecer en 2015 y 2016, y todo indica que en 2017 continuó esa tendencia alcista debido al agravamiento de la "guerra de baja intensidad" que afecta especialmente en Río de Janeiro, y se repite en algunos estados.

    A principios de año hubo rebeliones en cadena en los presidios de la región amazónica con cientos de muertos, luego se desató una huelga policial durante cerca de un mes en Espíritu Santo, lo que dio lugar a matanzas en las favelas de esa provincia de la región sudeste, limítrofe con Río de Janeiro.

    La actuación cada vez más agresiva del crimen organizado causó la muerte de 417 policías en todo Brasil el año pasado, lo que representó un aumento del 17 % frente a 2015.

    El informe indicó que uno los peores números de violencia contra los agentes se registró en Río de Janeiro, a donde 132 policías fueron muertos el año pasado, mientras 113 fallecieron en los diez primeros meses de este año.

    El gobierno federal envió tropas de las Fuerzas Armadas en 2016 a Río de Janeiro donde permanecieron durante algunos meses, pero ante el recrudecimiento de la violencia se determinó una nueva ocupación militar en agosto de este año, con la presencia de 8.500 soldados para actuar en las favelas dominadas por el narco.

    Las acciones militares en apoyo de la policía se concentraron en la favela Rocinha, donde está en curso una sangrienta guerra entre dos bandas de narcotraficantes, la cual mató a decenas de civiles, como una turista española muerta la semana pasada por agente de la policía.

    El informe de este lunes reportó que la "letalidad" de la violencia policial, es decir el número de muertos por cada operativo, subió en 25 % en 2016.

    Por su parte las autoridades señalaron que es difícil para la policía actuar en zonas densamente pobladas controladas por las bandas de delincuentes.

    "No es trivial patrullar un lugar como la Rocinha donde hay grupos irregulares con armamento de guerra, esto lleva a que halla duros enfrentamientos" dijo el subsecretario de Asuntos Estratégicos de Río, Roberto Alzir Chaves, al comentar el Anuario de Seguridad Pública.