Deporte Cubano: Gancho al mentón del bloqueo

Deporte Cubano: Gancho al mentón del bloqueo
Fecha de publicación: 
19 Octubre 2017
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Erick y Fabián son como si fueran mis sobrinos. La pelota le corre por las venas a ambos. He sido testigo de los avatares de sus padres (Evelyn y Guillermo) para poder garantizarles todos los insumos que conlleva la práctica del béisbol. Bate, guante, spikes, pelotas, uniformes, y en el caso de Fabián, los arreos de receptor.

Pongo este ejemplo para ilustrar de forma directa algunos costos:

Actualmente Cuba importa los bates desde México, a un costo superior a los 153 dólares, en tanto un juego de arreos de cátcher tiene un precio estimado de 389 por la misma vía. De haber sido posible negociar directamente con compañías estadounidenses la compra de estos implementos, su precio real estaría fijado en 140 y 291 dólares, respectivamente. Eso sin contar cualquier otra operación por concepto de fletaje.

Esa señores, es la terrenalización de una política hostil y asfixiante. Solo en tacos 3N2 y otro calzado especializado de pelota, de abril del 2016 a igual período de este año, se erogaron 22 mil 790 dólares más.

Las pelotas Mizunos, por ejemplo, las cuales se compran en el orden estimado de 14 mil para asegurar una temporada de Series Nacionales, sub-23 y la preparación de nuestras preselecciones, tiene un costo actual estimado de casi ocho dólares en el mercado japonés. Si pudiéramos adquirirlas a la firma Rawlings, ese monto no excedería los 5.50-6.00.

Hablamos de la sobrevaloración de equipamiento a unos niveles insospechados, que imposibilita además, hacer extensiva la práctica sistemática de dichas disciplinas en todas las categorías de nuestra pirámide. Vela, remo y canotaje, esgrima, tiro con arco, baloncesto, tiro deportivo, clavados, se cuentan entre los deportes de mayor incidencia.

 Eso en el plano netamente asociado a la infraestructura necesaria para el desarrollo a los diferentes niveles. Si hablamos de visado y confrontaciones deportivas directas, nuevamente el bloqueo nos lanza una estocada histórica mortal. Cuantos no han sido los ejemplos en estos casi 57 años de embargo. Delegaciones de nuestra nación privadas de la posibilidad de probarse en escenarios de calidad incuestionable.

A eso le sumamos la imposibilidad de cobrar el dinero bien ganado por nuestros jugadores en Clásicos Mundiales y Series del Caribe, certámenes que se desarrollan bajo el amparo de la MLB. Hablamos de un monto ascendente a 700 mil dólares correspondientes al IV Clásico Mundial (300 mil por participación y 400 mil por avanzar a la segunda ronda); además de 5 000 per cápita para Carlos Benítez, William Saavedra y Lázaro Blanco, miembros del equipo Todos Estrellas de dicho certamen.

Otro indicador importante es el relacionado con la compra de suplementos nutricionales y sustancias reconstituyentes. Imposibilitados de adquirirlos en suelo estadounidense, su costo en terceros países durante el período en cuestión se duplicó, ascendiendo a 40 mil dólares.

La medicina deportiva no se rinde

Laboratorio Antidopaje cubano, con un cosato de fabricación y equipamiento cercano a los 2.7 millones de dólares y con prestigio bien ganado desde su fundación por Fidel en el año 2001. Recientemente la Agencia Mundial Antidopaje (WADA por sus siglas en inglés) le retiró su licencia a nuestro homólogo de París. Mientras, acá en La Habana el nuestro continúa nadando contracorriente para mantener los servicios de análisis, recolección y estudio de muestras, así como detección de sustancias dopantes y prestándole ese servicio a naciones de nuestro hemisferio.
Compra en 600 mil dólares del Cromatógrafo masa-masa japonés marca Shimatsu en lugar del estadounidense y estandarizado mundialmente Agilent (300 mil); adquisición  cual si fuera una cacería de brujas de los anticuerpos monoclonales cruciales en la detección de la Eritropoyetina (EPO). Inyectores automáticos para el equipo de relaciones isotópicas encargado de detectar la diferencia de concentración entre sustancias metabólicas propias de la fisiología humana y aquellas incorporadas de manera exógena al organismo. Posee componentes muy susceptibles y necesita muchos recambios a tono con las funciones que realiza…

Toda esta situación aderezada con disímiles trabas en lo relacionado con el intercambio académico entre nuestro país y el vecino norteño.

Si de intercambio académico hablamos, la adquisición de base material de estudio de punta, instrumentos de la más diversa índole para desarrollar diversos tipos de investigaciones, y trabas en los mecanismos legales que posibilitan estos, se han convertido en una práctica habitual, que de seguro se recrudecerá bajo la administración Trump, luego de la flexibilización patentada en el período Obama.

¿Escabullirse del cerco económico? Fórmula de resistencia

Escabullirse del cerco económico tan rígido puede tener implicaciones nefastas, no solo para Cuba, sino también para aquellas naciones prestas a extendernos la mano y que confían en el prestigio de nuestro deporte en toda su dimensión.

Evelio Saura, Director de Asistencia Técnica de Cubadeportes S.A,  y Manuel Trobajo, director de aseguramiento del INDER ahondaron sobre esas cuestiones.
Dos ejemplos puntuales relacionados con la prestación de servicios de nuestros colaboradores en otras naciones. La Confederación Brasileña de Luchas y el Ministerio de Deportes de Djiboutí no han podido remesar a Cubadeportes montos superiores a los 56 mil y 75 mil 500 dólares, por ese orden, totales que con el decursar del tiempo y de persistir esta situación, se incrementarán.

Asimismo, la negativa de la administración estadounidense para que pudieran visitarnos los elencos profesionales de los DoDgers de los Ángeles, Los Astros de Houston y los Cachorros de Chicago, significó el no ingreso de alrededor de 120-150 mil cuc a Cubadeportes.  

Vuelvo a donde todo comenzó. Más de cinco décadas e innumerables maniobras de diversa índole, no han permitido, ni frenado el desarrollo de3 nuestro movimiento deportivo. Con limitaciones como lastre, y muchas cuestiones perfectibles, el movimiento cubano, como nuestra escuela de boxeo, continúa año tras año, propinándole un gancho de resistencia al mentón del bloqueo.

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