Las 12 empresas armamentistas que ganan con la "guerra" mexicana

Las 12 empresas armamentistas que ganan con la "guerra" mexicana
Fecha de publicación: 
14 Octubre 2017
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Las armas de fuego no dejan de avivar el conflicto mexicano, iniciado por la anterior administración de Felipe Calderón y continuado por el gobierno federal actual. Los saldos son, hasta el momento, de 160.000 asesinados, 30.000 desaparecidos, 310.000 desplazados y 122 periodistas ejecutados extrajudicialmente.

Datos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Ministerio de Guerra), a través de sus de direcciones generales de Administración, de Materiales de Guerra y de Industria Militar, señalan que durante el gobierno de Peña Nieto el Ejército Mexicano ha adquirido 5.156 armas largas y 3.587 cortas. Por ese total de 8.743 armas de fuego, México ha pagado 39.957.787 dólares a 12 empresas extranjeras.

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La más beneficiada es la belga-estadounidense FN Herstal, a la cual México le ha pagado 20.176.412 euros (unos 23.526.116 dólares) por 1.763 armas largas. Aunque en su origen el capital de esta empresa era totalmente belga, hoy cuenta con un componente estadounidense. Fabrica las distintas versiones del fusil de asalto y del fusil semiautomático FAL.

Nammo Talley es la segunda empresa armamentista que mejor ha aprovechado el conflicto mexicano. A la fuerza terrestre de este país le ha vendido 1.677 armas largas. Por ellas ha recibido 8.301.368 dólares.

La empresa es de capital 100% estadounidense. Tiene su sede en Arizona, Estados Unidos, aunque también cuenta con plantas de fabricación en Pennsylvania, Mississippi y Utah, del mismo país.

Por su parte, la Barret Firearms Manufacturing ha logrado facturar del gobierno mexicano 2.804.000 dólares. Durante el periodo de gobierno de Enrique Peña Nieto ha vendido al Ejército 200 armas largas.

Se trata del popular rifle francotirador M82, calibre .50 (12,7 milímetros). Originalmente pensado para las fuerzas especiales de Estados Unidos, hoy es utilizado en ejércitos de 50 países del mundo. Es el arma de los Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano, pero también es empleada por las fuerzas irregulares que operan en el país: cárteles del narcotráfico y grupos paramilitares.

Abrams Airbone Manufacturing es otra empresa de EE.UU. que provee al Ejército Mexicano. Por 129 armas largas ha recibido 1.086.825 dólares. Por su parte, Dillon Aero se hizo de 1.536.000 dólares por 16 armas largas.

Las otras empresas que venden armas al Ejército de México son Knight’s Armament Company (por 900.547 dólares), Sig Sauer (851.145 dólares), Combined Systems (143.100 dólares), Essex International Trading (80.420 dólares) y RM Equipment (77.840 dólares), todas ellas de EE.UU.

Además, la Israel Weapon Industries (IWI) le ha vendido al Ejército Mexicano 2.204 armas cortas por 870.580 euros (alrededor de 1.030.200 dólares). Y la italiana Fabbarm Fabrica Bresciana Armi SPA le entregó 770 armas largas por 74.690 dólares.

Cada año, el gobierno de México destina mayores recursos a sus Fuerzas Armadas. Sin embargo, los cárteles de las drogas se fortalecen día con día. La "guerra" contra el narcotráfico parece imposible de ganar. Para el presupuesto de 2018, la administración de Peña Nieto contempla incrementar en 14.234 millones de pesos (unos 754 millones de dólares) los recursos para sus tres milicias: Ejército, Fuerza Aérea y Armada. Se trata de la misma cantidad de dinero que se recortará a educación y a los apoyos a la agricultura.

Finalmente, los dineros terminarán en las arcas de las empresas de la guerra, muy lejos de los lugares en los que sus productos causan terror, destrucción y muerte.

 

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