Honran santiagueros a próceres de la Patria

  Tras el acto político y ceremonia militar de inhumación y traslado a la referida área de los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales, los pobladores de esta  ciudad llegan masivamente a rendir tributo.

  Rosa Boizant, combatiente del Ejército Rebelde, declaró a la ACN que la solemnidad y la profundidad del sentimiento revolucionario se percibe poderosamente entre las filas que acuden al llamado de la Patria.

  Somos privilegiados por tener cerca a los hacedores de tanta gloria, enfatizó Boizant, quien cumplió 16 años en 1958 en plena guerra en la Sierra Maestra, donde luchó en la columna 19, en el Segundo Frente Oriental, junto a su familia, incluidos niños pequeños, luego del asesinato de un hermano por sicarios de la tiranía de Fulgencio Batista.

  Es un honor sublime acoger en un mismo sitio a estos símbolos de nuestra historia, enfatizó la ex guerrillera, quien después del triunfo revolucionario de 1959 integró las Fuerzas Armadas Revolucionarias, las milicias y la policía.

  Talía Zamora, estudiante de la escuela secundaria Francisco Maceo, expresó que sintió una emoción muy fuerte al pasar frente a las tumbas de los próceres, quienes ahora descansan juntos, como padres e hijos.

  Experimenté un sentimiento parecido al dolor y a la vez un gran orgullo de ser cubana, agregó conmovida la alumna de 14 años.

  Lesly Tamayo, combatiente contra bandidos e internacionalista, destacó que este acontecimiento tiene una significación histórica inmensa, por lo que representan esas personalidades para los cubanos.

  Hoy, cuando conmemoramos el Grito de la Independencia, protagonizado por Céspedes el 10 de octubre de 1868, sentimos como una clarinada, ante los desafíos de estos nuevos tiempos contamos aquí con nuestros padres emblemáticos, añadió el ex alfabetizador y combatiente internacionalista.