Rolling Stone le dedica su portada a un desquiciado Donald Trump

. En su nota principal, la publicación da cuenta de "la locura" del presidente y se pregunta si esa falta de juicio basta para removerlo del cargo.

Según la revista, aquellos exabruptos, acusaciones y extravagancias del magnate durante la campaña electoral, con las denuncias contra la política tradicional que encantaban a sus partidarios, trasladados a la administración confirmaron los peores temores de los moderados y están derrumbando su gobierno.

"Luego de un desastroso y aterrador agosto, donde entre otras cosas defendió a la 'muy buena gente' entre los manifestantes neonazis en Charlottesville, Virginia, el problema central ya no son sus presuntos vínculos con Rusia, ni su fracaso en el armado del gabinete o en lograr una ley importante -escribe el autor de la nota principal, Matt Taibbi-. El problema central de su presidencia es su estado mental".

"¿Este hombre está perdiendo la cabeza? Y si es así, ¿qué se puede hacer al respecto?", agrega Taibbi. "Ya hemos tenido verdaderos ceros en la Casa Blanca, pero nunca tuvimos un jefe del ejecutivo que le ladrara a la luna o viera fantasmas. Al menos nadie que lo hiciera en público".

La revista no ahorra críticas a la sociedad norteamericana como origen del fenómeno Trump, ni a la propia historia del país, aunque su objetivo central es quien más daño puede hacer, el presidente de la nación, quien "casi con seguridad es peor que la mayoría de sus votantes".