Centro de acopio Los Cibeles: fuerza ciudadana tras sismos en México

Se han movilizado y organizado espontáneamente desde que la fuerza de la naturaleza echó abajo edificios de vivienda, oficinas, centros comerciales, templos y puentes, entre otras edificaciones.

El centro está ubicado a apenas tres centenares de metros de donde se derrumbó el edificio ubicado con el número 286 de la avenida Álvaro Obregón, en la colonia Roma Norte.

Allí aún se buscan sobrevivientes a seis días del sismo magnitud 7,1 que derribó 38 inmuebles de varios pisos en la Ciudad de México.

De pronto resuenan aplausos. Es que llegan personas con donaciones en sus manos. Dos niñas con cajas de jugo; un señor de la tercera edad con otros víveres, alguien más viene con pomos de agua.

La actividad es febril. Unos apilan alimentos, otros contabilizan, más allá algunos cargan un camión que pronto partirá para Oaxaca, fuertemente afectado por el terremoto magnitud 8,2 del 7 de septiembre, y también remecido por una réplica 6,1 que agregó nuevas víctimas fatales.

Martín Pastrana es originario de Sonora, al norte del país. Pero estudia y trabaja en esta ciudad. Es uno de tantos voluntarios. 'Nadie nos paga, vinimos a apoyar a nuestros paisanos', dice en entrevista con Prensa Latina.

Este centro de acopio fue montado por los ciudadanos y para los ciudadanos; de pueblo a pueblo, afirma.

Subraya que no quieren que se politice la ayuda en estos momentos de crisis y preelectorales, pues el año próximo habrá comicios para elegir al presidente de la República, a los senadores, diputados, además de otros cargos.

Denunció que en algunos lugares autoridades gubernamentales están decomisando la ayuda ciudadana y se la llevan a sus bodegas. Algunos medios afirman lo mismo, pero habría que comprobarlo.

Bajo tiendas de campaña hay palas, guantes y otros instrumentos para el escombreo. Más allá se apilan alimentos, pañales, incluso juguetes.

La ayuda llega de todo el país y va fundamentalmente a Chiapas, Oaxaca, Puebla, Morelos, estado de México y la capital, que aún tienen abiertas las heridas de los movimientos telúricos.

íMédico, médico!, resuenan voces pues una joven voluntaria se desfalleció luego de horas de trabajo sin descanso. Prestos aparecen dos galenos, también movilizados por su cuenta y haciendo gala de la ética médica.

La actividad se reanuda. Resuenan nuevos aplausos, arriba más ayuda aquí en Los Cibeles, muy cerca de donde se buscan sobrevivientes bajo una montaña de hormigón fracturado, a seis días del terremoto que hirió a la capital mexicana.