Presidente de EE.UU. amenaza con nuevas acciones contra Venezuela

Durante el evento, celebrado en Nueva York con la presencia de los presidentes de Brasil, Michel Temer; Colombia, Juan Manuel Santos; Panamá, Juan Carlos Varela; y la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti, Trump dijo querer una restauración rápida de lo que Washington considera democracia.

Según el jefe de la Casa Blanca, su administración ya ha dado importantes pasos "para hacer rendir cuentas" a las autoridades del país sudamericano, en alusión a las restricciones impuestas contra ese territorio desde que se realizaran las elecciones para instaurar la Asamblea Nacional Constituyente el 30 de julio último.

"Estamos preparados para tomar nuevas acciones si el Gobierno de Venezuela persiste en su camino", afirmó el gobernante republicano sobre el ejecutivo constitucional de Nicolás Maduro, contra quien Washington colocó sanciones tras el mencionado proceso, en el que participaron más de ocho millones de votantes.

Al dirigirse a los invitados a la cena, a quienes calificó como algunos de sus más grandes aliados en el hemisferio occidental, Trump les agradeció su condena al Gobierno venezolano y les demandó "hacer más".

El presidente norteamericano también resaltó los lazos económicos y comerciales que unen a su nación con los Estados representados en el encuentro, y consideró importantes esos vínculos para avanzar en la región.

Tales declaraciones las realizó el mismo día en que el canciller del país sudamericano, Jorge Arreaza, convocó en la ONU a fortalecer la integración entre todos los latinoamericanos y caribeños, como un paso fundamental para el beneficio inclusivo de los habitantes del área.

A propósito de una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, el funcionario comentó que algunos miembros del bloque parecen empeñados en afectarlo, "porque están dispuestas a mezclar situaciones bilaterales y asuntos internos de terceros".

Venezuela ha denunciado que es blanco de una cruzada internacional liderada por Estados Unidos, y apoyada por los gobiernos de Colombia, México, Perú y Paraguay, entre otros, a la que atribuye el objetivo de derrocar a la Revolución Bolivariana.