Irma: El viento de lucro en la mente de algunos desalmados

Irma: El viento de lucro en la mente de algunos desalmados
Fecha de publicación: 
14 Septiembre 2017
0
Imagen principal: 

Fotos: Annaly Sánchez/CubaSí

Los desastres naturales siempre ponen a flor de piel las células de sensibilidad, humanismo, solidaridad. Toda una nación se pone en pie de lucha para atenuar, de la mejor manera posible, si existe, los daños ocasionados, asistir a aquellas familias más necesitadas y damnificadas, recuperar objetivos económicos y sociales estratégicos…

Se activan los mecanismos de dirección y por todos los medios se persigue restablecer el orden, las comunicaciones, lograr un retorno a la normalidad.

Claro, en medio de tanto dolor, cuando las mentes y energías, casi en su totalidad, están puestas en función de rescatar y salvaguardar, hay algunos «inteligentes» que, de una forma u otra, se aprovechan de la situación imperante para intentar lucrar.

Las formas han sido disímiles, desde una nueva versión de dar botella o adelantar a las personas por 20 pesos o un cuc en medio de un «desierto» de ciudad, sin restablecerse por completo el transporte; los sesudos que cobraron a un cuc el servicio de cargar celulares, tablets, laptops y hasta motos eléctricas, en inmuebles como Cupets, policlínicos y otras instituciones que tienen planta o grupos electrógenos para abastecerse de fluido eléctrico, incluso en los momentos de mayor ansiedad, tensión, necesidad de mantenernos informados o comunicados con nuestras familias, aquellos amigos más cercanos…

El colmo, en medio de tanta turbulencia y cuando el azote de las ráfagas de aire y las penetraciones del mar calaron hondo en muchas comunidades costeras y no costeras, lo hallamos en unos pocos indolentes que han intentado ponerle precio (diez pesos) a la posibilidad de compartir cubos o servicios de agua.

Agua, líquido vital, que se torna en situaciones de emergencia como estas más que imprescindible, no solo para saciar la sed en medio de labores de recuperación, sino además, para solventar muchas otras necesidades. Imaginen una anciana o personas de la tercera edad, incapacitados de subir una o dos cuadras, allí donde el mar y las olas no causaron estragos, para conseguir agua…

De algunas de estas situaciones fui testigo presencial, nadie me las contó. Por ejemplo, inconcebible que en el Cupet situado justo al lado del punto de control de pase situado después del intermitente de Micro X, Alamar, la fila de necesitados en espera de los «recargadores» fuese interminable.

alt
Algunos como Yosbel Lezcano Viamontes brindaron el servicio de recarga libre de costo, según se publicó en el Facebook de CubaSí.

Menos pensado aún, el hecho de que esta práctica se hiciese extensiva a policlínicos y otros centros asistenciales de la salud, como el 13 de Marzo, en el propio Alamar, y el situado en Coco y Rabí, municipio Diez de Octubre, por solo mencionar dos ejemplos, en los que incluso tuvieron que intervenir agentes del orden público para darle fin al fenómeno.

Si criticables y reprochables, merecedoras de reprimendas, son las conductas negativas de aquellos irresponsables que el domingo, aun con los embates de las olas y el mar presentes, salieron a pescar productos en las inmediaciones del servicentro El Tángana y el centro comercial Galerías de Paseo, poniendo en riesgo sus vidas, otro tanto o inclusive más, son este tipo de prácticas ejercidas por algunos insensibles desnaturalizados, que ven o buscan el más mínimo resquicio, sin importarles el escenario de desastre natural, solidaridad y reconstrucción existente en buena parte de la nación, para sacar provecho personal, llevar dinero a sus bolsillos y desterrar el humanismo de su proceder.

alt
Hubo siempre osados que desafiaron —y no por casualidad— las advertencias de la Defensa Civil y a la naturaleza para apropiarse de artículos liberados por el mar de algunas centros cercanos al litoral habanero.

alt
Este muchacho, sin importar peligro e inclemencias del tiempo, cargó con un microwave en las inmediaciones de El Tángana. Ni le preocupó que dos policías lo estuvieran observando.

alt
La situación se repitió entre varios vecinos de la zona que acudieron a recoger diversos productos que las olas liberaron o que quizás ellos hicieron liberar.

alt
Una freidora: premio peligroso en medio de tanta turbulencia.

Por fortuna, estos habilidosos son unos pocos, en medio de una marejada incontenible de preocupación y energía, esfuerzo conjunto de pueblo, gobierno, entidades; de un hormigueo incesante en pos del retorno a la normalidad… Pero no por ello deben pasar por alto estos hechos, que deben ser denunciados o criticados, con el puntero de la solidaridad y las buenas costumbres como divisa.

Del otro lado de la balanza, es justo colocar dos de los ejemplos positivos, como uno constatado en una casa particular del Vedado capitalino que abrió sus puertas a una colega necesitada de recargar su móvil, y el custodio del Centro Telefónico de 19 e/ B y C, que solícito accedió igualmente a prestarle este servicio a una compañera de trabajo.

Cuba se levanta; de hecho, no tengo la menor duda de que lo haremos. Una revolución recuperativa se ha puesto en marcha sin retroceso, desde Baracoa hasta Matanzas. Por eso, una endeble ráfaga de viento de lucro, en medio de semejante tsunami de deseos y buenas intenciones, no hallará resquicio para acrecentarse.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.