Judo: tiempo de renovación

Las imágenes apreciadas via internet me convencieron de la calidad de esta atleta, que impuso su coraje en cada salida al tatami, y solamente cedió ante la japonesa Mami Umeki, quien estuvo intratable en ese duelo.

También me sorprendió gratamente la jovencita Melissa Hurtado (48), que luego de dejar en el camino de manera arrolladora a una bien ranqueada como la húngara Eva Csernoviczki, doble campeona europea, pagó la novatada ante la francesa Melanie Clement, pero como quiera dejó una buena imagen.

Progresos mostró también Alex García (más de 100), único cubano que pudo ganar dos combates en la justa individual, pero mostró del mismo modo la gran deuda que tienen los nuestros con la alta competencia, al participar en muy pocos certámenes internacionales.

Es que el judo se ha convertido últimamente en uno de los deportes más caros para codearse con la elite, porque ha ampliado enormemente su calendario internacional, y faltar a los eventos cuesta empezar desde el principio enfrentando a los mejores de cada peso.

Nuestros judocas echan demasiado en falta ese roce internacional, porque un desliz te puede costar la victoria en cuestión de segundos, y cuando son pocos los topes de nivel, menos son los mecanismos reflejo para conservar una mínima ventaja, evitar una amonestación o simplemente ganársela de manera táctica.

En sentido general, los cubanos en ambos sexos perdieron contra judocas que estaban en mejores condiciones y terminaron todos a la postre en el podio de sus respectivas divisiones, pero ese es un consuelo demasiado pequeño para nuestras aspiraciones.

Llegamos a ser el mejor equipo del mundo en el sector femenino, y no podemos conformarnos con menos de lo que aportaban las llamadas Marianas de Ronaldo Veitía. Como mismo “el profe” luchaba las bases de entrenamiento en Francia o Japón, hay que buscar los mecanismos para paliar la falta de roce.

Las chicas ahora fueron bastante renovadas a Budapest, pero los laureles anteriores les exigen crecerse, tanto a ellas como a los varones, también plagados de jóvenes figuras.