La belleza de Viñales, perdurable en la memoria

La belleza de Viñales, perdurable en la memoria
Fecha de publicación: 
27 Agosto 2017
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Declarado por la UNESCO Paisaje Cultural de la Humanidad, es distinguido por su gran complejidad geológica con rocas del período Jurásico, mientras las grutas conforman de conjunto el mayor sistema cavernario de Cuba.

Para Damarys Valdés, una pinareña admiradora de esos parajes, lo que más la cautiva es la variedad y esplendor de su flora y fauna, sin especies letales para el hombre, y llenos de historia, que invitan a andar sus trillos.

De la mano de guías expertos y con máxima seguridad, cada vez más crece el afán de cubanos y foráneos por recorrer rutas que, en algunos casos, tuvieron como primeros caminantes a emigrantes europeos y sus esclavos, radicados centurias atrás en la provincia.

   Reorganizados para evitar daños en la vegetación y a los animales, los senderos ofrecen entre sus principales atractivos la observación de aves, así como también de aspectos geológicos e histórico- culturales.

   Atrae la apreciación de las rocas y los enigmáticos mogotes dispersos en el profuso valle, además de la Gran Caverna de Santo Tomás, la más larga de Cuba, extendida por unos 46 kilómetros explorados, con siete niveles diferentes.

   En el tramo entre el poblado de Viñales y la comunidad El Moncada llaman la atención las colonias de la Microcycas Calocoma, conocida por Palma Corcho, fósil viviente considerado un tesoro botánico, en tanto otros sitios del entorno ofrecen la oportunidad de escuchar el canto del ruiseñor, un privilegio que suele deleitar a los visitantes.

Documentos señalan que la típica vegetación de los mogotes está conformada por el ceibón, el roble caimán y la palmita de la sierra, trilogía que imprime especial encanto al lugar.

   A 1870 se remonta la fundación de su centro urbano, que agradeció su auge económico al animado comercio de cabotaje realizado a través de Puerto Esperanza, antiguo embarcadero de San Cayetano, y hoy conserva su aire colonial y es orgullo de los lugareños.  

   Preservado por los pobladores, posee espacios de marcado encanto, como el tradicionalmente nombrado Jardín de Caridad, un vergel de gran interés científico, donde la primavera anida todo el año, al decir de la fallecida escritora cubana Dora Alonso.

   Allí radica también la Plaza Polo Montañez, donde se recuerda al bardo de voz rústica, ganador en vida de un disco de oro y otro de platino con su CD Guajiro Natural.

   Con aires de villorrio colonial, la arquitectura predominante en sus construcciones es del tipo ecléctico, con una amplia área a resguardar, lo cual motiva la realización de programas integrales a largo y corto plazos.

   Sobresale en ese parque nacional la protección del medio, conservación de la cultura tradicional, investigaciones espeleológicas, uso óptimo del suelo, desarrollo de los bosques, del turismo de naturaleza y la educación ambiental en escuelas.

   La imagen de este sitio es paradigmática entre los paisajes cubanos por sus formas singulares que solo tienen similares en muy escasos parajes del mundo.

   En Viñales se imbrican sistemas agro- productivos que caracterizan a la sociedad cubana desde hace siglos, como el cultivo del tabaco.

   Esta especificidad contribuye a hacer universalmente valioso el lugar, pues la obra humana se inserta con sus distintos elementos culturales en un marco excepcional, sin alterar el equilibrio con la naturaleza.

Parte de ella son los seis tipos de bosques existentes en ese territorio, además de la auténtica vegetación de mogotes conformada por el ceibón, el roble caimán, la palmita de la sierra y la palma corcho.

   Todas estas bondades, constituyen un sólido aval para las aspiraciones de convertirse en el primer Geoparque de Cuba.    

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