Proyecto sanitario conocido como ley flaca falla en Senado de EE.UU.

La propuesta, que era vista como una de las últimas esperanzas del partido rojo para revocar la legislación vigente, recibió esta madrugada 49 votos a favor y 51 en contra.

Tal resultado se debió al pronunciamiento negativo de los 48 demócratas del pleno, y de los senadores republicanos Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska) y John McCain (Arizona).

La iniciativa abarcaba muchos menos aspectos de lo que los republicanos alguna vez imaginaron, y la dirigencia de la formación la promovió solo como una vía para pasar a negociaciones amplias con la Cámara de Representantes, que en mayo aprobó un proyecto de revocación mucho más ambicioso.

El borrador proponía eliminar los mandatos individuales y patronales de la Ley del Cuidado de Salud Asequible de la administración de Barack Obama (2009-2017) y anular temporalmente el impuesto sobre dispositivos médicos.

Al mismo tiempo, habría dado a los estados más flexibilidad para permitir seguros que no cumplieran con las regulaciones del Obamacare y dejaba sin fondos federales a la organización de planificación familiar Planned Parenthood.

Pese a que el impacto de esas medidas no hubiera sido tan fuerte como el previsto con proyectos anteriores, la Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que la ley flaca habría aumentado en 16 millones el número de personas sin cobertura médica para 2026.

Esa entidad también consideró que mediante ese diseño legislativo las primas del mercado individual de seguros se habrían incrementado un 20 por ciento durante la próxima década en comparación con lo previsto bajo el Obamacare.

El martes la Cámara alta avaló una moción de procedimiento para iniciar el debate sobre un proyecto de reforma sanitaria, lo cual fue celebrado por el presidente Donald Trump, quien hizo de la eliminación de la legislación actual una de sus principales promesas de campaña.

Pero horas después fracasó el intento de dar luz verde a la Ley de Reconciliación para una Mejor Atención, dirigida a revocar y sustituir el Obamacare al mismo tiempo.

El miércoles, en tanto, falló un nuevo esfuerzo destinado solamente a desmantelar la normativa que está en vigor y a dar un margen de dos años para elaborar una alternativa que la reemplace.

Las continuas derrotas republicanas en este tema se han dado pese a las presiones de Trump, quien en la última semana arreció los llamados a los senadores de su partido para que cumplan lo prometido en los siete años de existencia del Obamacare.