Finalizan en Santiago de Cuba sus afamados carnavales

Unas 44 áreas estuvieron a disposición de santiagueros y visitantes porque, como cada año, las fiestas atrajeron a cubanos de otras provincias y a extranjeros de confines diversos, seducidos por el colorido, la sensualidad y la armoniosa cadencia de los bailes, los cantos y los ritmos de tambores y la corneta china.

Ese legado de tres siglos y medio, renovado con los tiempos modernos, volvió a mostrar su pujanza y la continuidad en las generaciones de menor edad, incluidos los niños.

Los grupos portadores de la cultura popular tradicional volvieron a ser protagonistas y entre ellos, la Conga de Los Hoyos, cuyos 115 años la convierten en un componente imprescindible en el jolgorio, al igual que otras agrupaciones centenarias con fuerte acento africano.

Una de las nuevas áreas que se sumó al disfrute fue el Paseo Marítimo, recientemente estrenado a la vera de la bahía y muy cerca del área de los espectáculos, donde un jurado integrado por reconocidos especialistas evaluó cada noche las virtudes de los participantes.

En el acompañamiento musical prevaleció el talento de los artistas santiagueros, a quienes se sumaron orquestas de probada aceptación nacional e internacional llegadas desde otras ciudades del país y, fundamentalmente, de La Habana.