Washington: Renuncia el vocero de Trump

Un hecho como ese, dijo el medio cablegráfico de Madrid, “agudiza la crisis” del mandatario.
Otras informaciones añadieron que Spicer presentó su dimisión luego que Trump nombrara a un empresario neoyorquino, Anthony Scaramucci, como nuevo director de comunicaciones.

 Observadores recordaron que, con anterioridad, ya Spicer le había expresado  su profundo desacuerdo con esa posibilidad.

EFE, citando a The New York Times, también sacó a la luz que Trump solicitó al dimitente mantenerse en su equipo.

Sin embargo, le respondió insistiendo en que tal decisión constituía un “grave error”.
Otros medios dedicados a seguir este proceso estiman que Donald Trump atraviesa  -además- serios problemas con la prensa.

A finales de mayo llegó a lanzar una dura amenaza contra esta, poner fin a las tradicionales ruedas de prensa del Ejecutivo, algo no ejecutado aunque sí las han reducido grandemente.
Pero además, cuando tienen lugar, la mayor parte de las veces no autorizan la presencia de cámaras.

En pasillos de la Casa Blanca se dice que Spicer se ha quejado una y otra vez sobre la cobertura “negativa” de la mayoría de los medios contra Trump.

Ahora se supo que hace dos meses Spicer desempeñaba interinamente la responsabilidad puesta en manos de Scaramucci.

O sea, desde que se produjo otra renuncia en el equipo de Trump, la de su ex jefe de comunicaciones, Mike  Dubke.

¿En qué momento este nuevo espectáculo gubernamental?

Cuando en la capital de Estados Unidos ha venido circulando un secreto a voces.

Que las divisiones y querellas forman parte de lo habitual en su actual mundo oficial.

El ruidoso tercer fracaso del proyecto de salud de su presidente así parece corroborarlo.