Mundial de para-atletismo en Londres: Entender Cuba en ribetes dorados

Mundial de para-atletismo en Londres: Entender Cuba en ribetes dorados
Fecha de publicación: 
20 Julio 2017
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Encabezados por la multi campeona y multirecordista universal y paralímpica Omara Durand, los comandados por Miriam Ferrer buscan alcanzar el mejor rendimiento posible, aunque en el plano personal dudo que cuando caiga el telón de la cita puedan emular los niveles de eficiencia de hace dos años en Doha, cuando culminaron en la décima posición de la tabla de medallas con siete cetros y dos platas.

Suceda lo que suceda, uno de los baluartes de nuestro sistema de entrenamiento del alto rendimiento para deportistas con discapacidad, precisamente estriba en el hecho de que ellos conviven, siguen planes de preparación, e incluso confrontan con sus homólogos convencionales, al menos en el campo y pista, y ahora, tras la puesta en marcha nuevamente de las piscinas del Complejo Baraguá, en la natación.

Esta posibilidad los fortalece no solo en el plano competitivo y psicológico, sino que también les amplía la visión ante situaciones reales de tensión y contribuye a que transiten por cauces normales de vida y reduzcan la autoimagen que poseen de sus respectivas limitaciones.

Al grano.

Toca ir al grano, pues precisamente Durand abrió la estela en suelo londinense, con 23.58 segundos en los 200 metros que si bien no emularon su plusmarca absoluta de 23.03 se antojaron inalcanzables para sus dos oponentes. Lamentablemente el hecho de haber únicamente tres inscritas en la categoría T-12, no homologaron oficialmente la prueba.

Donde sí dejaron impronta recordista sus pinchos fue en la vuelta al óvalo, título de este miércoles al vencer el segmento en 52.75 segundos que desde ahora se erigen como tope para lides del orbe. Ese registro tampoco emula sus 51.77 cimeros y absolutos, además de que el hecho de solo pugnar ante la ibérica Melani Berges (57.68), igualmente la privó de oficializar su corona por pobre total de participantes.

La redención llegó en el hectómetro. Había dominado a placer las preliminares a diez centésimas de sus 11.40 segundos que constituyen primacía del orbe, y a la hora cero glorificó por enésima ocasión a Cuba y a los seguidores que tiene en disímiles latitudes, como vedette del deporte para discapacitados a nivel mundial que es. Selló su rendimiento con 11.52 segundos, acompañada codo a codo de su guía Yuniol Kindelán y de seguro, como yo, hubiese deseado medir sus potencialidades ante más contrincantes.

Lenier Savón: Carburando de menos a más, esa ha sido la filosofía del pequeño Leinier Savón hasta este instante. Abrió las preliminares del hectómetro T-12 con 10.88 segundos, luego rebajó ese crono hasta 10.83 en semis, y se antojó una bala inalcanzable en la final, donde estampó primacía del torneo con 10.72. Nada que hacer para sus contrarios y quedó a solo seis centésimas de la cota absoluta del Elchin Muradov, que data del 2010. Savón sacó ventaja en los 50 metros iniciales apoyado en su explosividad y nunca más perdió la primera posición.

El guantanamero lamentablemente fue descalificado en el quinto heat de los 200 metros, manga que había dominado con holgura, al punto de establecer cota para América y culminar con el mejor registro (22.06 segundos). Habrá que profundizar en las causas de su descalificación.

Leonardo Díaz impuso récord de 45.47 metros en disco F-55/56

Leonardo Díaz: llegó a la ciudad del Big-Ben con cierto velo de duda. Él mismo aseguró que no había sostenido una preparación óptima y que en alguna medida se sentía en deuda con su técnica. Pero nadie en el planeta lanza el disco momo él entre los F-55/56 (parapléjicos).

Su secuencia impecable: tres intentos por encima de 43.53 metros (45.47-44.92 y 43.84) que le hubiesen valido la corona, sin foul cometido . Tiro de gracia a sus adversarios en el tercer intento, pues sus 45.47 además de inalcanzables se antojaron primacía del certamen. El bayamés de 42 años demostró estar como el vino al conseguir el mejor registro de su carrera y relegar sin miramientos al iraní Ali Mohammadyari (43.53) su archirrival del último lustro.

Luis Felipe Gutiérrez: Compartió la presea de plata en el salto de altura categoría T-13 al sobrevolar la varilla a 1.88 metros, igual altura que la conseguida por el estadounidense Tyson Gunter. Ambos sin embargo quedaron bien distanciados del rey y también norteño Isaac Jean-Paul, dueño de “ingrávidos” 2.17. Aún al pinareño le resta el sábado la final del salto de longitud, su prueba fuerte y en la que ha clavado los pinchos a la distancia de 7.66 el 18 de noviembre del 2011.

Ernesto Blanco: El titular paralímpico de Río 2016 con impresionantes 48.79 segundos en la vuelta al óvalo avanzó a la final de su evento con 51.99, al parecer dosificando sus fuerzas para la definición, instancia en la que en definitiva el tanque de combustible no le dio para cruzar la meta de primero. Tal honor correspondió al austriaco Gunter Matzinger (49.35) que sacando el extra del conocido robot de los dibujos animados manga japoneses se llevó el gato al agua con tope de temporada, mientras Blanco, con discretos 50.79 recalaba cuarto y se ausentaba del festín de las preseas.

Ese es el panorama, cuando en 15 días el estadio olímpico londinense nuevamente se vista de gala, pero en esa ocasión con la presencia de los monstruos convencionales del llamado deporte Rey. Tan expectantes como ahora estaremos.

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