Serie Mundial de Boxeo: Látigos de plata

Serie Mundial de Boxeo: Látigos de plata
Fecha de publicación: 
16 Julio 2017
0
Imagen principal: 

Cualquier acercamiento a lo acontecido en la final de la VII Serie Mundial de Boxeo pudiera comenzar con elogios hacia la calidad de sus protagonistas.

«Siempre dijimos que Lobos de Astaná sería un rival de primer nivel y con ese enfoque proyectamos el trabajo», recordó el entrenador jefe de Domadores de Cuba, Rolando Acebal, poco después de ceder 5-6 en duelo definido en pelea extra.

No por gusto el match reunió a los únicos elencos aptos para acceder a una tercera coronación en estas lides, y tampoco es casual que se vieran por segunda ocasión a esa instancia, ambas felices para los asiáticos, antes dominantes 6-4.

Tras esas precisiones sería igualmente justo reconocer que la armada de la isla derrochó entrega en la preparación y sobre el cuadrilátero, lo que acrecienta la insatisfacción ante un desempeño que desearon y pudo ser mejor.

Hasta los kazajos más optimistas debieron pensar en gris cuando cedían 2-5 a falta de tres pleitos entre titulares y el definidor de un posible empate, pero en la competencia las probabilidades hay que validarlas y ese fue su mérito.

Tal como los cubanos reaccionaron con cinco éxitos luego de un comienzo signado por dos fracasos, los dueños de casa regalaron cuatro alegrones seguidos a la delirante afición que hizo la fiesta en su Palacio de los Deportes.

Si de matemáticas se trata está claro que todos los derrotados tributaron negativamente al desenlace, pero en la práctica, dado el rango que les respalda, parecía un hecho que con la porfía 5-3 Lázaro Álvarez (60 kg) o Roniel Iglesias (69) sellarían el ascenso al trono.

Pero no pudo ser y todo el peso de la presión cayó sobre los hombros de un Frank Zaldívar (52) que sin renunciar a la hidalguía careció de recursos para encarar tal responsabilidad.

Se sabe que nadie como los propios atletas desea convertir en sonrisas las muchas horas de preparación y limitaciones propias del alto rendimiento, pero la jerarquía tiene precios adicionales que otorgan doble significado a los reveses de los establecidos.

Por eso, además de Lázaro y Roniel, será imprescindible mencionar a Joahnys Argilagos (49) en el capítulo de quienes no se mostraron en correspondencia con sus lauros, otra vez haciendo énfasis en la clase del oponente enfrentado.

En tal sentido vale significar la mezcla de fogosidad y solidez en el golpeo que suele distinguirles como expresión de la prioridad entregada a la fuerza, un factor afianzado en el panorama pugilístico actual.

Entre los domadores, otra vez ejemplos de disciplina, vergüenza deportiva y sentido de pertenencia, palmas especiales para un Yosbany Veitía (52) desquitado ante su verdugo de hace dos años, y el capitán Julio César La Cruz (81), dueño de una maestría alimentada a diario.

Reverencias, también, para un Erislandy Savón (91) capaz de responder a las exigencias, un Arlen López (75) que hizo otro tanto camino a su reencuentro con el virtuosismo de que es capaz, y un Andy Cruz (64) llamado a consagrarse.

¿Qué no debió ser Yoandis Toirac el más de 91 kilos dada la buena temporada de José Ángel Larduet? El ring terminó por demostrarlo, pero los decisores manejan elementos que merecen respeto y jamás apostarían por el fracaso intencional.

Toca a ellos hacer las valoraciones finales, sobre todo en algunos pesos que pudieran demandar miradas hacia el futuro, sin descartar reajustes puntuales a alizar en el gimnasio rumbo al Campeonato Mundial a disputarse desde el 25 de agosto en la ciudad alemana de Hamburgo.

Ahora bien, incluso alejados de cualquier conformismo, nada podrá restar valía a la labor de un elenco monarca en 2014 y 2016 y único llegado a cuatro finales en las que –valga el añadido- La Cruz y Savón siempre ganaron.

Resta además –y de eso ya se encarga la Federación Cubana- exigir que la edición venidera no caiga en incoherencias como las de anunciar un programa después reajustado, y esperar por el formato, que ojalá permita más fogueo contra europeos y asiáticos.

La final: 49: Temirtas Zhussupov (KAZ) 3-0 (48-47, 48-47, 49-46) a Joahnys Argilagos (CUB), 56: Ilyas Suleimenov (KAZ) 3-0 (48-47, 48-47, 48-47) a Javier Ibáñez (CUB), 91: Erislandy Savón (CUB) 3-0 (50-45, 49-46, 49-46) a Anton Pinchuk (KAZ), 64: Andy Cruz (CUB) 2-1 (48-47, 47-48, 50-45) Dilmurat Mizhitov (KAZ), 75: Arlen López (CUB) 3-0 (48-47, 48-47, 48-47) a Abilkhan Amankul (KAZ), 81: Julio César La Cruz (CUB) 3-0 (49-46, 49-46, 50-45) a Arman Rysbek (KAZ), 52: Yosbany Veitía (CUB) 3-0 (48-47, 49-46, 50-45) a Olzhas Sattibayev (KAZ), +91: Olzha Bukayev (KAZ) 3-0 (49-45, 48-46, 48-46) a Yoandis Toirac (CUB), 60: Zakir Safiullin (KAZ) 2-1 (46-47, 47-46, 47-46) a Lázaro Álvarez (CUB), 69: Aslanbek Shymbergenov (KAZ) 3-0 (49-46, 50-45, 49-46) a Roniel Iglesias (CUB), 52 (desempate): Olzhas Bainiyazov (KAZ) 3-0 Frank Zaldívar (CUB).

 

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.