CaféTV: segundas partes…

El CaféTV solía ser una buena opción para el habanero medio. Su cover de 10 CUC por persona, a consumir los 10, si bien no era para ir todos los días, permitía pasar un rato agradable, con buena música, buena comida y un espectáculo más que digno.

A principios de este año trabajó durante unos meses solamente con la opción de restaurante, y luego regresó con la habitual cartelera que propone un humorista distinto por noche.

Sin embargo, esta segunda parte no ha sido de ninguna manera buena para la instalación ubicada en los bajos del edificio Focsa.

En primer lugar, desde que entras, el camarero te dice que el 75 por ciento del menú no existe, incluida la cerveza Cristal, la más demandada. Así mismo me quedé yo: ¿cómo es posible, si todavía nadie ha pedido nada?, pero en fin, nos hacemos la idea de que llegamos tarde, para no amargarnos la noche.

Luego te encuentras que ya no existe un cantante, como antes, y todo es a base de videos musicales que, salvo uno de Leoni Torres, el resto era de un mismo género, ya se imaginan ustedes cuál.

La parada va subiendo, cuando luego de que has consumido buena parte del cover, se te acerca el camarero y te dice que ya te pasaste, porque la cerveza Presidente, que vale 1.00 CUC en todas partes, allí vale 2.00. Le comento que me lo debió haber dicho al principio, porque siempre la cerveza fue a 1.00 CUC, pero ya no hay remedio, ya me amargó la noche.

Eso no es todo: resulta que a la hora del show del humorista (Leo Fonovernáculo era la propuesta), nunca apareció.

Cerca de la una de la mañana decidí marcharme amargado, pero con la convicción de no regresar más a ese lugar.

Cuando llegué a marcar, me extrañó que sobre las nueve de la noche (abren a las 10) no había casi personas en la cola, cuando siempre sobre esa hora me tocaba una larga fila por delante, y luego, ya dentro, que más de 20 sillas estuvieran vacías, entre ellas mesas enteras, cuando antes no se podía caminar allí (mucho menos bailar) por lo atestado que siempre estaba.

De regreso a mi casa, ya sabía por qué.