Marca Trump nueva escalada en el diferendo EE.UU.-Cuba

Con el pretexto del respeto a los derechos humanos, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, mal asesorado, pretende imponer a Cuba condicionamientos de cambio de régimen social y de sistema político, apuntó el también profesor de la universidad de la Isla de la Juventud.

Recordó que ese ha sido el ropaje usado básicamente en este diferendo desde 1959, cuya génesis se remonta a 1783, cuando las trece colonias se liberaron de Gran Bretaña y los padres fundadores de EE.UU. vieron la posibilidad de apoderarse de Cuba por beneficios comerciales y geopolíticos.

La historia demuestra con elocuencia las apetencias imperiales de ese país desde su intervención en la guerra hispano-cubano-norteamericana, la Enmienda Platt como apéndice constitucional a la república mediatizada, y después de 1959, la invasión a Cuba por Playa Girón, la guerra económica, la Ley de Ajuste Cubano y la Helms-Burton, ejemplificó.

Pero ¿por qué volver a la política de la Guerra Fría?, se cuestionó el académico, y significó que la juventud, como segmento importante de la población, ha planteado ya su desacuerdo con esta nueva escalada imperial y ha dejado claro que no hará concesión en los principios, porque es conocedora de la historia patria y se reconoce heredera y continuadora de su legado de lucha.

Marx dijo que la historia se repite dos veces, primero como tragedia y después como farsa.

Trump, de manera trasnochada, repite una política de hostilidad condenada al fracaso, que ahora adquiere tintes de farsa, después de sus declaraciones respecto a su política exterior hacia la Mayor de las Antillas.

La posición de Trump ha tenido ya el rechazo de buena parte de la comunidad cubano-americana, y difícilmente sectores en EE.UU. y otros países observen con pasividad esta hostilidad hacia nuestro país, subrayó el Doctor Ortega.

Enfatizó que a la mafia cubano-americana le molesta que en la Isla no haya concesión de principios, por eso mueven esta cuerda para reavivar la hostilidad y designios del bloqueo.

A pesar de Trump y de la mafia cubano-americana, muy difícilmente las cosas vuelvan a ser como antes, incluso en relación con los países latinoamericanos, que también rechazan el cerco económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba.