Equipo Cuba en Liga CanAm: De tropiezos y otros demonios

Recordemos que los comandados por Roger Machado llegaron a presentar balance adverso de 3-7 antes de culminar con 11-9, positivos por una nariz.

Pues bien, luego de arrancar impecables con tres éxitos, la novena cubana se ha desplomado en su accionar y ha sufrido cuatro reveses en línea, tres de ellos con marcadores abultados frente a los Capitales de Québec, señal de que el pitcheo, fundamentalmente el abridor, no anda bien.

Sin pecar de pesimistas, hicimos un análisis objetivo, teniendo en cuenta varios rubros estadísticos, antes de que los nuestros culminaran su subserie versus los Capitales, que por cierto, marchaban en la segunda posición de la justa avalados por saldo de 17-8. Los Rockland Boulders (19-7) reinaban, en tanto la legión tricolor anclaba cuarta, por detrás de los New Jersey Jackals (15-10), y la selección presentada por República Dominicana no había podido hacer la cruz en cinco actos.

Madero en ristre

Comencemos por la ofensiva, cuestión lógica, pues los juegos de pelota se ganan con carreras. Si juzgásemos por indicadores generales como average (313 producto de 84 jits en 268 veces al bate), las carreras anotadas e impulsadas (35-31), los extra bases (14 dobles y tres cuadrangulares), además de 13 boletos permitidos y 47 ponches, la armada no anda con el rumbo desvariado, a no ser por el excesivo número de hombres retirados por la vía de los strikes en siete desafíos. A eso le sumamos un slugging pobre de 399 y un porcentaje de embasado de 350. Estos dos últimos números, a simple vista, denotan que el elenco insular no posee hombres de alto y reconocido calibre ofensivo, como tampoco han explotado mucho la velocidad en función ofensiva, pues a su porcentaje de embasado le adicionamos solo dos robos de bases en igual número de intentos.

A esta mirada le agregamos que en las cuatro derrotas dejaron 29 hombres en las almohadillas, cuestión que refleja que nuevamente la batería se ha visto maniatada en situaciones de tensión con corredores en circulación, aun estando debajo por varias carreras en el marcador.

Individualmente, Juan Carlos Torriente (393, de 28-11, cinco remolques), Yosvany Alarcón (375, de 16-6 incluidos tres dobles, cuatro fletadas), Yordanis Samón (11 en 31 para 355, cuatro traídas para el plato), y Guillermo Avilés (10 en 29 para 345, con dos dobles, un vuelacercas y cinco impulsadas) han sido los de mejor accionar.

El martirio… desde la colina de los suspiros

Que su staff de pitcheo permita 6.20 carreras limpias por cada nueve episodios, le bateen para 303 colectivamente los rivales, y tenga el Whip en 1.79, además de haber permitido una decena de batazos de cuatro esquinas y cometido 13 wild-pitch que se conjugaron con cinco pelotazos, no es para nada halagüeño.

La esencia de los fracasos sucesivos ha estado en los lanzadores designados por el cuerpo de dirección para iniciar: ni Vladimir Baños, ni Yoanni Yera, ni Dachel Duquesne, ni Ulfrido García han podido hacerse justicia, y tras ellos, los encargados de estabilizar y taponear, tampoco han cumplido sus deberes como es debido.

Esta afirmación se confirma con el hecho de que, en 61 capítulos lanzados, han soportado castigo de 77 inatrapables, 48 anotaciones, y la relación de bases por bolas ponches es de 32-58, para más de cuatro transferencias por encuentro, sin computar el de la víspera, que marcaba el cierre frente a los Capitales.

Todos nuestros serpentineros se han subido en mayor o menor medida al box, pero salir ileso, lo que se conoce como transitar la ruta o parte de ella bajo acordes impecables, ninguno lo ha conseguido. En medio de semejante turbulencia, quisiera destacar las faenas del agramontino José Ramón Rodríguez, con un triunfo, dos limpias permitidas en siete y un tercio de innings, nueve ponches y tres regalías. Junto a él, el otro que se salva hasta este instante es el pinareño Frank Luis Medina (una limpia en cuatro y un tercio, PCL de 2.07, tres estrucados sin boletos), amén de que no ha tenido decisión.

Por ahí andan los truenos en una competición valorada como doble A, pero que posee hombres de considerable profesionalidad en las filas de los diferentes elencos y que han puesto al descubierto nuevamente las falencias de nuestra pelota en la actualidad.

Entre los líderes de la Liga aparecían madero en ristre el capitalino Torriente (segundo en promedio ofensivo con sus 393), a la saga del holguinero Yordan Manduley (415), fichado por los Capitales; mientras el camagüeyano Rodríguez marchaba cuarto entre los serpentineros de mejor promedio de limpias con sus 2.46, departamento en el que el granmense Lázaro Blanco, contratado igualmente por los Capitales, lideraba gracias a 2.25.

Nos quedan 14 choques más, calendario intenso, y mucha pelota por dónde cortar. Confiemos en que, tal y como sucedió en la edición precedente, el Cuba le tome el ritmo a la CanAm y, en definitiva, concluya su periplo con balance positivo y más victorias que en el 2016, propósito que antes del play ball se trazó el alto mando.