Hanser García en sintonía con sus predicciones

Hanser García en sintonía con sus predicciones
Fecha de publicación: 
14 Junio 2017
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Pero al igual que en ediciones precedentes, el nadador cubano Hanser García dejó su impronta, pues al bronce de los 100 metros libres agregó el quinto escaño en los 50 libres, con respetables 22.46 segundos.

Hanser, natural de Caibarién, Villa Clara, nacido el 10 de octubre de 1988, es de forma incuestionable uno de los deportistas cubanos de mayor estirpe hoy en día. Tras dos años separado de las piscinas, está decidido a retornar por su fueros, y en la ciudad Condal el cinco fue su número del adiós, pues en preliminares había ocupado esa misma posición con 22.69, en ambos casos igualmente marca A, para asistir al Mundial de deportes acuáticos de Budapest, Hungría (14-30 de julio).

Hablamos de la prueba más rápida de la natación, practicada por una buena cantidad de tritones y ondinas, independientemente de que sus respectivos fuertes sean otros estilos. Tal es así, que en el ranking del orbe de la presente temporada, el centenar de mejor ubicados cierra con registro de 22.68.

Hanser posee tope personal en este segmento de 22.15 segundos, que le merecieron la presea de bronce en los Panamericanos de Guadalajara 2011. Le antecedieron entonces los brasileños César Cielo (21.58) y Bruno Fratus (22.05).

¿Por qué este recorrido histórico? Precisamente porque Fratus se coronó en Barcelona con 21.76 segundos. Antes había cronometrado 22.36 en las preliminares. Entre él y Hanser se ubicaron en las plazas del dos al cuatro, el finés Pekka-Ari Liukkonen (21.99), el australiano James Magnussen (22.15) y el ucraniano Andrii Govorov (22.31).

Retomando el escalafón universal, encontramos que el top tres del mismo lo componen el británico Benjamín Proud (21.32), el ruso Vladimir Morozov (21.44) y el australiano Cameron Mc Evoy (21.55). El propio Fratus aparece quinto con 21.70, y Cielo, aún dando quehacer, va séptimo (21.79).

Siendo objetivos, de cara al Mundial a Hanser se le reducen las opciones de presea o convertirse en finalista en esta distancia, pues es conocido que posee algunas pequeñas deficiencias técnicas en su largada, tanto en la tirada como posteriormente en el delfín, derivadas del hecho de que «el pollo», como también se le conoce, practicó durante muchos años polo acuático y luego, por su velocidad, recaló en la natación. Esa velocidad, fundamentalmente, la concentra en la potencia y frecuencia de sus brazadas y pateo, por lo que en los 100 metros, tramo en el que detuvo los relojes en 48.83 en la Ciudad Condal para broncearse, y en el que atesora como tope los 48.04 de su séptimo escaño olímpico en Londres 2012, tiene mayores opciones de volver a brillar en el entorno supremo.

Lo patentado por él en esta, su primera confrontación internacional de rigor, luego de un extenuante proceso de puesta en forma que incluyó la pérdida de más de 20 kilogramos de peso en tres meses, además de volúmenes semanales comprendidos entre 65-68 kilogramos, y estar distanciado de sus dos pequeños durante todo el día, da fe de su enfoque, ambición perenne, y elevada capacidad de recuperación, tanto física, como psicológica.

Este fin de semana Hanser tendrá en Mónaco, tercera y última fase del Mare Nostrum, otro examen previo a la cita mundialista de Hungría. Allí nuevamente se verá las caras con finalistas mundiales y olímpicos; a excepción de los tritones estadounidenses, se dieron cita los restantes exponentes de la élite universal, como Fratus, Magnussen, Mc Evoy, los italianos Dotto y Magnini, los rusos Lobintsev e Izotov… él respira élite entre ellos, como pollo, digo, como pez en el agua.

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