VII Serie Mundial de Boxeo: Domadores, a la final y cinco caras de una escoba

VII Serie Mundial de Boxeo: Domadores, a la final y cinco caras de una escoba
Fecha de publicación: 
10 Junio 2017
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Muchos pensaron, tras el revés 2-3 del C-1 a manos de los Heroicos de Colombia en el primer cartel semifinal, que los Domadores de Cuba hacían aguas en sus puños. De eso nada. Sencillamente el C-2 les propinó un remake de escoba a los cafeteros para asegurar su presencia en la cuarta final en línea, desde que se insertaron en las Series Mundiales de Boxeo.

Lo de este viernes en el Coliseo de la Ciudad Deportiva, fue un solo de jabs, oper y swines, amén de la colaboración de los visitantes desde antes de sonar el gong, por la sencilla razón de no presentar a sus primeras figuras. La causa de mayor peso, el clasificatorio mundial de las Américas que la próxima semana descorrerá las cortinas en Tegucigalpa, Honduras.

De cualquier manera el quinteto del C-2 había mantenido un accionar más sólido durante toda la competición. Con semejantes credenciales Yosbany Veitía comenzó con acorde unánime de 50-45 sobre Johan Vargas. Más combinativo y efectivo con su jab desde el gong inicial fue haciendo blanco en el rostro de su oponente, hasta imponerse de forma inobjetable.

“El combate no fue del todo fácil, es la segunda figura de Colombia y el pleito me sirvió como antesala de preparación para enfrentar el clasificatorio mundialista la semana que viene. Me sentí físicamente bien, la estrategia fue extenderlo hasta los cinco rounds para soltar mis brazos y tomarle el pulso al ring. Estamos acostumbrados a esta presión. Es cierto que la cercanía repercute en muchas cosas.

Confío en que los dos días de descanso sean suficientes. En cuanto al peso corporal lo estuve descuidando, pero en las dos últimas presentaciones me ha ido muy bien y lo he controlado sin problemas”, espetó el espirituano de los 52 kilogramos.

La barrida de los domadores constituyó el mejor regalo de cumpleaños para el entrenador Julio Mena y así lo expresaron varios de sus discípulos, entre ellos Lázaro Álvarez (60 kg), verdugo por triple 50-45 de Albeiro Paredes. Dominador en las tres distancias, quirúrgico con sus combinaciones, supo detener las embestidas con la cabeza baja de su fornido oponente:

“Este triunfo constituye el primer paso del equipo que buscará clasificar completo al Mundial de Hamburgo, Alemania. Estoy contento, traté de dominar a un adversario muy fuerte desde el primer asalto y me salieron las cosas, manteniéndolo a distancia con el jab de derecha y tirando las combinaciones con fuerza. Este es un año de retos muy fuertes, comenzando por la final frente al Astaná Arlans, el Mundial luego. La idea es tratar de llevarlo todo a la par. Respecto al Mundial, pretendo continuar preparándome fuerte para entrar en la historia, como los grandes Teófilo Stevenson y Félix Savón. Me motivan las competencias importantes, mi sed de títulos no disminuye”.

Considerado por muchos uno de los mejores boxeadores libra por libra del orbe, el as olímpico de Londres 2012 Roniel Iglesias (69 kg) dio una demostración inobjetable de poderío frente a Ricardo Legarda. Sin argumentos técnicos para asumir un reto mayúsculo de pelea propuesto por Roniel, Legarda estuvo incluso cerca del fuera de combate, pero este no se materializó. Eso sí, Roniel, le propinó un soberbio castigo de tres golpes en línea como parte de combinaciones iniciadas con opers o jabs y terminados con swines y ganchos de izquierda, a velocidad vertiginosa.

Llegamos a la otra arista del cartel, los fuera de combates propinados por Julio César la Cruz (81) y  el súper completo José Ángel Larduet, victimarios por ese orden de Jeisson Camargo y el novel de 18 años Junior González.

La Cruz combinó esta vez su danzar con golpes precisos y un jab taladrador, Al punto de que en el cuarto round, el del RSC, peleó durante un minuto únicamente con su mano izquierda y su derecha detrás, apoyado en el visible desgaste de su contrario y en sus vertiginosos movimientos de torso y piernas para las esquivas:

 “Física y psicológicamente me sentí muy bien. Ahora se aproximan retos mayúsculos y mi intención es extender mi cadena de títulos mundiales a cuatro. Poco a poco voy adquiriendo la forma. Después de los Juegos Olímpicos me habían dado un descanso. Esta es mi cuarta pelea del año y poco a poco voy alcanzando mi nivel habitual”.

Lo de Larduet fue mucho más notable. Apenas medio minuto soportó su rival sobre el encerado:

“Es un joven boxeador en ascenso en su país, traté de llevarlo, pero salió ese golpe. De cara al Mundial iré con más deseos y mejor preparado. Estoy trabajando muchos ejercicios de fuerza para ganar en pegada, golpes al tronco, pues los rivales por lo general me superan en talla y peso corporal. Así pretendo acomodarlos y luego conectarles al rostro”.

Así, aunque parezca sencillo, en ocasiones no lo es. Los Domadores con global de 7-3 sobre los Heroicos, estarán en su cuarta final en línea, como parte de una justa que transita por su séptima edición. Solo de puños, escoba finalista y visiones de los púgiles del C-2. A la vuelta de tres días, en Honduras, los recibirá otro reto de carácter mundialista.

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