Primer africano presidente de la OMS

Elegido este 22 de mayo en sustitución de Margaret Chan, quien cumplió 10 años como directora general, el candidato africano recibió el apoyo masivo del mundo en vías de desarrollo, y en particular de los estados de África y Asia.

Aventajó al británico David Nabarro y a la paquistaní Sania Nishta, al obtener 186 votos entre 194 Estados miembros, en la votación de la 70 Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en su sede de Ginebra, Suiza, del 22 al 31 de mayo.

Ghebreyesus (52 años), biólogo, máster en inmunología de enfermedades infecciosas y doctor en Filosofía, exministro de Sanidad y extitular de Relaciones Exteriores de su país, asumirá el puesto por cinco años el venidero 1 de julio, en sustitución de Chan, criticada en el encuentro por su lentitud de reacción frente a la anterior epidemia de ébola (África occidental, 2013-2016).

Con tres antecesores europeos, tres asiáticos y dos americanos, el titular africano tendrá que afrontar otros problemas señalados en la reunión sobre la actuación anterior de la organización como la falta de transparencia y exageraciones sobre algunas crisis sanitarias como la gripe A, respecto a la cual algunos países gastaron sumas millonarias en vacunas que luego no se suministraron.

Entre las promesas de Ghebreyesus figura "mejorar la salud de las personas y reducir las desigualdades", objetivos a los que, aseguró, dedicó hasta ahora su vida.

Igualmente, reiteró que reforzará la atención sanitaria de primera línea, situará la rendición de cuentas y la transparencia "en el centro de la cultura de la OMS", fortalecerá la respuesta de ese organismo internacional ante las emergencias sanitarias y "trabajará sin descanso para hacer realidad la cobertura universal de salud".

Ghebreyesus sostuvo en la Asamblea Mundial de Salud que, ante todo, escuchará primero a los demás, durante su trabajo al frente del organismo multilateral que atiende a seis regiones geográficas, emplea a 7 mil personas y gestiona un presupuesto superior a los 4 mil millones de dólares.

El experto etíope conmovió al plenario al contar una anécdota de su infancia, en la que uno de sus hermanos murió a causa de una enfermedad prevenible, una historia de supervivencia sobre la que expresó su deseo de evitar que se repita durante su jefatura frente a la OMS.

"Ese niño podría haber sido yo, es pura suerte que esté aquí", concluyó.