Oscar López Rivera está incólume tras 36 años encarcelado en EE.UU.

'La felicidad que siento en este momento quiero compartirla con todo y toda boricua aquí y en la diáspora puertorriqueña; quiero que sientan la inmensa gratitud que llevo en mi corazón por todo el apoyo que me han dado. Ustedes y las personas amantes de la justicia y la libertad han hecho posible que yo esté aquí hoy', manifestó.

El ex prisionero político boricua de 74 años, en su primera comparecencia ante decenas de periodistas, afirmó que se halla listo para emprender su nueva peregrinación, que conlleva recorrer los 78 municipios de esta isla del Caribe de 3,5 millones de habitantes, bajo la dominación colonial de Estados Unidos desde 1898, y visitar países que le dieron su respaldo, como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

'Con mi peregrinación comenzaré a cumplir mi promesa de visitar a los 78 municipios de nuestro pequeño archipiélago para dialogar, compartir ideas y promover la unidad, (porque) si pretendemos descolonizarnos tenemos que unirnos, no hay otra opción', expuso, quien agradeció al expresidente Barack Obama que lo indultara el pasado 17 de enero.

Si verdaderamente amamos la Patria no será tan difícil unirnos, pues si no lo hacemos la perderemos, comentó López Rivera, integrante de las clandestinas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Puerto Rico, que operaron en Chicago y Nueva York en los años 70 y 80 del siglo pasado.

'Puedo afirmar con plena confianza que amar la Patria no cuesta nada, lo costoso es si la perdemos. Y si continuamos por el rumbo que vamos Puerto Rico no va a ser nuestra Patria', subrayó para más adelante mencionar la crisis fiscal y económica que golpea al país, sometido al dominio de una junta de control fiscal impuesta por Washington.

López Rivera también reveló que se propone reanudar el contacto directo con los puertorriqueños en Estados Unidos, por lo que mañana viajará a Chicago, donde radicó desde los 15 años de edad, y más adelante participará en las audiencias del Comité de Descolonización en las Naciones Unidas en Nueva York.

'Durante los años que pasé preso siempre viví esperanzado que algún día regresaría a mi amada patria. Hoy es ese día, aunque ya he pasado tres meses y ocho días en Puerto Rico bajo estrictas restricciones de confinamiento domiciliario', comentó sentado junto a su hija Clarisa, de espalda al océano Atlántico, en el área playera de El Escambrón, a la entrada de la isleta del Viejo San Juan.

Reveló que durante los tres meses y ocho días en Puerto Rico bajo estrictas restricciones de confinamiento domiciliario en casa de su hija Clarisa pudo recibir preciosas visitas de mi familia, de muchos y muchas amantes de la patria, de la justicia y la libertad.

También mencionó a líderes religiosos, políticos, a las compañeras Amazonas, como llama a las Mujeres del Puente que por cuatro años cada último domingo reclamaban su excarcelación, y de niñas y niños que se comunicaban mediante cartas en las que encontraba rayitos de esperanzas y alegría.

López Rivera recordó además a diversas organizaciones en Puerto Rico, Nueva York y Chicago, y agradeció la solidaridad hacia su persona por parte del Papa Francisco y de doña Estela Barnes de Carlotto, líder de las Abuelas de la Plaza de Mayo en Argentina.

También tuvo palabras para los sindicatos y organizaciones comunitarias, a los artistas y sobre todo a la juventud 'porque tiene en sus manos el futuro de nuestra patria'.

Igualmente agradeció 'al Gobierno y pueblo venezolanos que defienden la Revolución bolivariana; al Gobierno y a los ciudadanos de Bolivia; al Gobierno y a los ciudadanos de Ecuador; a don José Pepe Mujica; al Gobierno y a los ciudadanos de Nicaragua'.

López Rivera habló en especial de Cuba y su pueblo, con mención muy particular del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, Radio Rebelde y Radio Habana Cuba, así como a los Cincos Héroes: Fernando González Llort, Antonio Guerrero, René González, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, quienes pasaron más de tres lustros encarcelados en Estados Unidos.