Marea Roja en Caracas: Con Venezuela no ha podido

No es fácil decirlo y menos enfrentarlo, y con éxito, como lo ha estado haciendo el Gobierno Bolivariano de Venezuela en esta nueva y mayor etapa de excesos contrarrevolucionarios para abortar los cambios sociales que mejoran la calidad de vida de cada ciudadano, y dar al traste con la soberanía e independencia del país.

La toma de conciencia revolucionara se ha podido ver en la capital, Caracas, donde la Marea Roja chavista tomó virtualmente cada calle e impidió que la contrarrevolución siguiera orquestando las nuevas maniobras  provocadoras que han estado dejando un alto saldo de muertos y heridos.

Si en esta ocasión, subrayo, se ha podido constatar una mayor conciencia revolucionaria -quizás ausente y no organizada que dio pie a la derrota en las más recientes elecciones legislativas-, es gracias a la oportuna toma de decisiones del presidente Nicolás Maduro, quien al mostrar el complot preparado por el Departamento de Estado para derrocar al gobierno legítimo, espetó:

“Estamos en horas cruciales del destino de nuestra patria. Y yo voy a estar al frente de esta batalla, siempre me encontrarán al frente, porque tenemos la verdad de nuestra parte; no vendrán los asaltantes de la derecha, con el guión escrito de EE.UU. a asaltar el poder político de Venezuela. Se equivocaron con nosotros, se equivocaron de país. Así lo digo y así lo denuncio: EE.UU. ha dado la luz verde y el visto bueno para un golpe descarado contra Venezuela, no solo lo digo, sino que lo enfrentaremos”.

La narrativa contrarrevolucionaria avalada por el establishment norteamericano reposa exactamente sobre los mismos principios:

Acusar a los gobiernos de matar a sus propios ciudadanos, calificar a los opositores de “democráticos”, adoptar sanciones contra los “asesinos” y, en definitiva, decretar un golpe de Estado.

Han sido varias las intentonas de la genuflexa oligarquía en este sentido, y ya suman decenas las personas asesinadas, muchas de ellas jóvenes que se prestaron a la componenda, para luego verse baleados por sicarios que atacaban las marchas opositoras para crear “mártires”  y aumentar la temperatura al caldo de cultivo contrarrevolucionario.

Al respecto, hay una treintena de jóvenes detenidos el lunes que confesaron haber recibido diversas prebendas para participar en actos delictivos contra el chavismo, y este martes fueron  arrestadas varias personas que pretendían atacar con armas de fuego a la anunciada demostración opositora, con el fin de crear el caos y hacer factible la intervención del Imperio, bajo el pretexto de proteger los derechos humanos.

En esta ocasión todo se hace más difícil, porque, lamentablemente, la política preconizada por el imperialismo y respaldada por la Organización de Estados Americanos ha encontrado “oído$ receptivo$”  en sectores de gobiernos latinoamericanos que disimulan su odio al proceso venezolano con el ropaje de la “democracia representativa”.

De esta manera, aúllan cuando se toman medidas contra una Asamblea legislativa que saboteaba tos programas gubernamentales para hacer avanzar el proceso productivo y proteger los derechos sociales, en los momentos en que se mantiene fuerte la guerra económica y de sabotaje para devastar al país y entregárselo con píes y manos atadas al imperialismo.

Calificar a los opositores de “democráticos” es un simple juego de retórica, porque en Venezuela son gente acomodada respaldada por grupos armados a sueldo de empresas.-

Así trata Washington de demostrarle al mundo que sigue siendo el amo. Solo que con Venezuela no ha podido.