CRÍTICA DE CINE: Paterson

CRÍTICA DE CINE: Paterson
Fecha de publicación: 
10 Abril 2017
0
Imagen principal: 

El director norteamericano Jim Jarmusch hace en esta cinta algo bastante poco convencional: una estructura basada en la repetición que, contrario a lo que pudiera esperarse, no se hace repetitiva.

Probablemente, hasta este momento de tu vida, nunca hayas escuchado hablar de un sitio en New Jersey, Estados Unidos, llamado Paterson. Y es que Paterson coloca a la ciudad norteamericana en el mapa. Si no es por esta cinta, es poco probable que conociéramos el lugar de nacimiento de William Carlos Williams, poeta que se menciona y venera continuamente en el filme. O que supiéramos la zona de origen de otras personalidades gloriosas, como el también poeta Allen Ginsberg o el actor Lou Costello.

Después de ver la película, cuyo nombre hace tanto referencia a la localidad como al apellido del protagonista, querrás ir en algún momento de tu vida a visitar esta ciudad. Porque se nos descubre como un lugar que parece tener el don de la poesía:

Con el estado de ánimo adecuado, en Paterson un poema de una niña puede parecer una obra maestra; la novia(o) que tengas junto a ti, la princesa o príncipe de tu vida, y el pedazo de torta de brócoli en tu plato, la mejor de las cenas.

Jim Jarmusch pone todo su amplio talento en función de contar el quehacer diario de una semana de su protagonista, que —en una reiteración muy acertada, comparte nombre con la ciudad y la cinta—. Día tras día, descubrimos cada detalle de su vida, que es en extremo rutinaria: Paterson despierta sobre las seis de la mañana, besa a su novia iraní, se va a trabajar. Conduce un autobús por toda la ciudad, escucha las conversaciones de los pasajeros. De noche, ya de regreso a su casa, come con su novia, saca a pasear al perro y se toma una cerveza en el mismo bar… invariablemente.

Pero la rutina de Paterson no representa para él un problema. Los límites de tu lenguaje son los límites de tu mundo, decía el filósofo danés Kierkegaard. Y en esta cinta se evidencia cuánta razón tiene esta frase: lo limitante de lo que pudiera parecer la vida de Paterson desaparece cuando él escribe poesía en la libreta que siempre lo acompaña. La poesía lo lleva a un sitio fuera de su mundo cuadriculado, lo transporta a un lugar donde cada día es una oportunidad de perpetuo placer.

 
Con la poesía la vida no es una consecuencia infinita de responsabilidades, sino una peripecia interesante llena de sorpresas, inspiración y magia: una simple caja de fósforos deviene motivo de belleza suficiente como para escribir un poema; incluso los caprichos más pueriles de la novia tan solo hacen que la ame con más fuerza…

El actor norteamericano Adam Driver, que parece haber nacido para interpretar este protagónico, encarna a un hombre que, tan solo por tener dentro de sí poesía, tiene delante de sí un mundo de posibilidades inacabables.  

La película que es Paterson es un canto a la vida y a la poesía. Pero no a la poesía académica, de rimas y de una estética determinada. A la lírica, a la belleza que encierra ese montón de detalles cotidianos que solo ante los ojos de un poeta pueden parecer bellos. Es un canto a la pureza y a las eternas oportunidades. En definitiva, si hay algo mejor que un cuaderno lleno de poemas, es uno en blanco, que se extiende ante el poeta, pletórico de infinitas posibilidades.

Personalidades famosas que nacieron en Paterson:

•    Rubin Carter. Boxeador
•    Lou Costello. Actor
•    Allen Ginsberg. Poeta
•    John Pizzarelli. Guitarrista de jazz
•    Frederick Reines. Premio Nobel de Física

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.