Priorizar la historieta: Una asignatura pendiente en el mundo editorial cubano

Priorizar la historieta: Una asignatura pendiente en el mundo editorial cubano
Fecha de publicación: 
15 Marzo 2017
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Para que se tenga una idea de su profusa producción basta decir en la actual edición de la feria del libro se presentan: Fidel el rebelde, conjunto de historietas de diferentes autores (de diversas generaciones) que se unen bajo el tema de la rebeldía de Fidel, como una característica que mantuvo a lo largo de su vida, todos los guiones son de Ángel y algunas historietas; Fidel, el muchacho de Birán, un álbum ilustrado dirigido a los niños que no conocieron a Fidel y que les muestra pasajes de su vida desde su infancia y hasta 2016, incluye muchas fotografías y textos del propio Fidel; Un niño llamado Fidel Alejandro,  de María Luisa García Moreno y Rafaela Valerino  con ilustraciones de mi entrevistado, quien dibujó también Oficios y Profesiones con pasatiempos y para colorear de Yaimara Dupuy destinado a enaltecer la importancia del trabajo, como vía para transformar el mundo y mejorar a las personas.

 

Rebeca Remedio o Los niños más insoportables del mundo, divertidísima novela juvenil del escritor holguinero Rubén Rodríguez que forma parte del ciclo multipremiado de historias, que se inició con El Garrancho de Garabulla desde hace siete años y Ángel ilustra  la obra a este buen amigo y excelente escritor.

 

También se da a conocer Kukuy en el Jardín Encantado,  nueva historieta  de Kukuy, el güije de Charco Azul,  que esta vez debe enfrentar al maléfico Cagüeiro en su visita al Jardín Botánico Nacional. Además de reírse mucho el lector tendrá información útil sobre las características e importancia de este enorme parque de exhibición de especies vegetales.

 

Los hurones, Los caribes, Los olmecas y Los guaraníes es una cuatrilogía  que se suma a la colección de libros de bolsillo en formato acordeón que, con el sello de la Editorial Gente Nueva, ha tenido tanto éxito de público. Esta saga que ha tratado sobre culturas originarias de América ya publicó en años anteriores Los taínos, Los mayas, Los aztecas, Los incas, Los yanomamos, Los sioux, Los navajos… Para esto, al decir de Ángel, la idea principal ha sido seguir la indicación pedagógica de Martí cuando advirtió que la historia de América, de los incas a acá, ha de conocerse al dedillo aunque no se conozca la de los arcontes de Grecia.

 

Otros volúmenes  esperan como el libro grande de Con Martí por La Edad de Oro que une los cuatro números  homónimos, que en las últimas ferias ha propuesto una visita de los niños del siglo XXI al imprescindible texto martiano. Esto incluye curiosidades, pasatiempos, historietas, textos explicativos. También están en espera A Kukuy no le gusta perder tiempo, con la Editorial Ácana de Camagüey y Kukuy, el Cagüeiro cambia de táctica que saldrá con la Pablo de la Torriente. Y después de esta presentación aquí están mis preguntas y respuestas de esta hormiguita del mundo de la historieta.

 

-Tus inicios en el comic se insertan en el taller del Muñe, ¿Por qué desde esa edad? ¿Qué te aportó tu entrada adolescente al género? ¿Cuándo publicaste tu primer muñequito? ¿Cuál fue?

 

-Como todos los niños, comencé a dibujar antes de saber escribir. Quizás el estímulo incondicional de mis abuelos Ana y Eusebio a mis felices e ingenuos garabatos me mantuvo llenando hojas y libretas. En aquellos años de mi infancia circulaban más las historietas cubanas y desde que estaba en primer grado recuerdo que tenía algunos números de C-Línea, Pionero era un tabloide que traía semanalmente las obras de Roberto Alfonso Cruz, Domingo García, Luis Lorenzo… se movía más el género. Ningún niño cubano sabía lo que era un manga, los mayores recordaban las historietas yanquis que se publicaban antes pero en ese tiempo ya no circulaban.

 

Cuando estaba en tercer grado mi papá me trajo de Mozambique un par de libros de Asterix, el galo; en portugués y fue una alegreconmoción para mí. Las historietas de Elpidio Valdésen el periódico, eran una motivación parta crear mis propias historias del mambí de Juan Padrón. Pasó el tiempo y un buen día, estando en secundaria — como dicen que la ignorancia es atrevida—me metí de lleno a ilustrar la Ilíada de Homero.  No había pasado taller ninguno,fue un trabajo descomunal y resultó una historieta larguísima, dibujada página a página en cartulina por ambas caras para luego encuadernar con hilo de estambre (recuerdo que era verde). Resultó un libro que pesaba bastante y menos mal que no me dio por hacerlo a color. La profesora de literatura me convalidó su asignatura y utilizó el material para dar sus clases.

 

Con ese aval y otros trabajillos similares que continué haciendo por diversión útil me presenté en el taller de historietas de la UPEC recién llegado a La Habana para iniciar mi carrera en el Instituto Superior de Diseño Industrial. Era septiembre de 1989. Del taller de historietas que impartían los queridos maestros Manolo Pérez Alfaro y Francisco Blanco, padres de toda una generación de historietistas actuales, salía quincenalmente un tabloide muy decoroso nombrado El Muñe. Allí tuvieron a bien publicar mi versión en historieta de una página titulada La Cuneta, basada en un premiado cuento de Ciencia Ficción del que ahora no recuerdo el autor. Esa emoción es inolvidable.

 

Muchos de los integrantes de ese taller hoy son profesionales de la historieta, o del cine de dibujos animados. Su importancia todavía no ha sido bien valorada pero aportó mucho y cuando desapareció por causa del Período Especial dejó un vacío que todavía nadie ha podido suplir.

 

-Hiciste un viaje a la publicidad ¿por qué?

 

-En 1994 me gradué en el ISDI como diseñador informacional. Eran los años en que se iniciaba un despegue del turismo internacional en Cuba y hacían falta muchos profesionales para desarrollar esa rama de la economía que de repente se convirtió en la locomotora de todas las demás. Me asignaron al Ministerio del Turismo en mi provincia, Camagüey. Allí comencé en el departamento comercial del Grupo Rumbos en el territorio con la responsabilidad de promover los productos turísticos que motivaran viajes a la región.

 

Todos los involucrados hicimos un buen trabajo colectivo en esa tarea en la que me mantuve por más de una década. Allí la dinámica del compromiso me obligó a especializarme no solo en la publicidad, me hice máster en Marketing y Gestión Empresarial, obtuve la Cinta Negra en QFD, que es un sistema japonés para el diseño de productos, me gradué en Dirección de Empresas Turísticas en el curso Mintur V. Fui director de una Agencia de Viajes, trabajé en Formatur, dirigí por un lustro el área comercial de la actividad náutica en ambas costas de la provincia con los clubes de playa, la pesca deportiva, las excursiones marineras y el buceo.

 

En este tiempo gané tres años consecutivos el Premio Imagen de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales y algunos otros reconocimientos por trabajos audiovisuales, campañas promocionales y de bien público y diseño de identidades visuales.

 

Como dicen los peloteros, dejé la piel en el terreno en aquella labor de la que guardo magníficos recuerdos y excelentes amistades. El entonces Grupo Cubanacán me había propuesto la dirección nacional de un departamento de turismo especializado y vine para La Habana. Pero en esa misma fecha hubo grandes cambios en la estructura del grupo y muchas de sus empresas se dispersaron. De repente me quedé en el aire mientras se buscaba reubicar a cientos de trabajadores habaneros. Recién llegado, debía esperar. Recuerdo que caminé por el Paseo del Prado, desde la Escuela del Hotel Sevilla— donde tampoco pude encontrar empleo—  hasta la Casa Editora Abril, donde esperaba cobrar algunas colaboraciones periodísticas de meses anteriores.

 

Ese día en la revista Zunzún me propusieron la subdirección artística y como era, de otra manera, regresar a mis orígenes, acepté. La decisión fue correcta.

 

En Camagüey era cuadro destacado del Mintur, pude haber vuelto. Pero no me arrepiento. En mis viajes posteriores a esa comarca he comprobado que aquella consagración al trabajo todavía se reconoce y lo agradezco mucho. Sentamos pilares que hoy soportan el desarrollo de la industria sin humo en la región. No me he alejado del todo, todavía, de vez en cuando, colaboro con el Mintur en algunos proyectos, como asesor o conferencista.

 

-¿Cuándo nació Kukuy? ¿Por qué ese nombre y cuál es la  conceptualización de ese personaje?

 

-Ya Kukuy está cumpliendo 27 años. Recuerdo que tú fuiste la primera periodista en hablar de este personaje en tu libro La vida en cuadritos. Su nacimiento se debió a una tarea de clases en el curso. Se trataba de traer al taller de historietas de la UPEC un personaje que pudiéramos utilizar para tratar temas cubanos de actualidad. En esa fecha —1990 — se televisaba por primera vez la serie española David, el Gnomo, que contaba las aventuras de un duende de los bosques europeos. En mi familia desde siempre había oído las historias de los güijes de Charco Azul, en el río Saramaguacán, adonde iban a bañarse mi abuelo Lico y sus primos y luego mi padre y mis tíos. Entonces pensé que era hora de asumir esa herencia cultural y propuse un  güije, que es el duende de los bosques cubanos.

 

Para crear una “biografía” de cualquier personaje hay que documentarse. En mi investigación encontré que los güijes existen en la mitología cubana, como mito mayor, desde hace siglos y que relevantes intelectuales del patio les han dedicado obras trascendentes. Estos personajes aparecen en la prosa y la poesía, la pintura, la música, los estudios folclóricos… En la lectura de una entrevista a un campesino que juraba haber escuchado güijes en su finca, el interpelado aseguraba que su sonido era algo así como “cu, cui.”

 

Lo garrapateé unido, lo puse con K y lo terminé con Y. Eso me pareció más “extraño”, más afín con la naturaleza extravagante del tipo que estaba creando. Luego vino lo del diseño visual con su pañuelo coloráo, sus argollas, el calzoncillito blanco, como único vestuario del héroe. Sus características psicológicas responden a las de un niño campesino involucrado en la salvaguarda de la naturaleza y la protección de las tradiciones culturales de su universo. Todas sus aventuras, desde entonces y hasta hoy, han estado relacionadas consistentemente con estos dos temas fundamentales.

 

Cosa curiosa es que un buen día, interesado en algo que se había publicado sobre Kukuy en Internet, escribí el nombre en el buscador, segurísimo de que este nombre tan Sui generis no tendría igual. De repente me sorprendí al encontrar que hay personas en otros países que se llaman Kukuy. Incluso hay un llamado CuartelKukuy (en ruso слободаКукуй), que fue un barrio al noreste de Moscú, localizado en la margen derecha del río Yauza, cerca del riachueloKukuy. Nada, Paquita, que no hay nada nuevo bajo el sol.

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-Desde su nacimiento hasta aquí Kukuy ha recorrido un largo camino ¿me narras su trayectoria?

 

-El personaje ha sido fiel a sus esencias. Feliz protector de la vida, es un ser elemental, lleva casi tres décadas salvando especies en peligro de extinción, o tradiciones culturales de nuestros campos. Cubanito de pelea, enfrentado a  los depredadores de la naturaleza, a los funcionarios que degradan elecosistema con decisiones equivocadas, a quienes tratan de engañarnos desde afuera o a quienes desde dentro eligen lo extranjero. Prefiere jugar quimbumbia que golf porque la primera no gasta el agua de todos en la diversión de unos pocos, y siempre está pendiente de evitar incendios en el bosque.

 

Kukuy es amigo de sus amigos, optimista en todo trance, batallador, incansable, resuelve los problemas con ingenio natural, es caballeroso y enamorado. Pero también es glotón, finalista, mal perdedor, rebelde, obstinado en bien de los demás, un poco resabioso e indisciplinado. Disfruta hacer maldades como cualquier niño. Tiene cosas buenas y otras no tanto. Cultiva amigos en otros países, pero para él Cuba está sobre todo. Se vuelve loco por la champola de guanábana y su sueño mayor es que los niños del futuro se puedan bañar en cualquier río de nuestro país porque todos los afluentes estarán limpios. ¿Es acaso mucho pedir?

 

En estos años han sido publicados más de veinte libros de Kukuy, entre ellos hay historietas y otros de pasatiempos.De los primeros puedo mencionarEl libro de Vainilla; El güije detective; El güije montero; El güije ayuda a Olegario; El Festival de la mariposa; Un güije como todos; El susto del manatí; Sus historietas en Zunzún; Charco Azul en peligro; El  huracán; En el Zoológico Nacional yYola, la precuela. Deben salir este año 2017, porque la imprenta no pudo garantizarlos para la Feria del Libro: A Kukuy no le gusta perder tiempo; En el Jardín Encantado y  El Cagüeiro cambia de táctica. Está presentadoa la editorialKukuy frente a los campos de golf, y en preparacióntengo El bosque en llamas y Travesía caribeña.

 

Se han publicado cerca de cien páginas con sus historias cortas en la revista Zunzún, que ha sacado además dos números especiales de los llamados Zunzúnjuego. El CITMA lo utilizó como mascota de su campaña por el Manejo de las Especies Invasoras en Cuba y otras editoriales han insertado otras historias originales en proyectos colectivos de historietas. El personaje ha aparecido en afiches, pancartas, juegos de mesa, recortables, cuquitas, postales, marcadores, dibujos animados, como muñeco de tela, en soportes de cerámica fría, en pullovers, en jarras. Quiero verlo pronto en videojuegos, en más animados, en historietas digitales, en versiones de juguetes y en otros soportes útiles a los niños.

-¿Cuándo te decidiste a realizar dibujo anatómico?

 

-Cuando dices anatómico te estás refiriendo, seguramente, al dibujo “serio” o realista. Desde el ISDI, en las clases de dibujo e ilustración, era obligatorio dominar la figura humana. Utilizar este tipo de dibujo en las historietas va en correspondencia con la historia que vas a narrar. En muchas ocasiones he contado anécdotas con personajes históricos que obligan a un tratamiento más cercano a la imagen de la figura que ya los lectores conocen por otros medios. Y cuando te metes en el detalle de cómo se vería esa persona de perfil, o de espaldas, o con una edad diferente a la de las fotografías que se conocen, o riendo, gritando, montado a caballo… todo se complica y hay que resolverlo respetando al lector y al personaje. El dibujante de historietas es también su propio director de actores.

A eso hay que sumarle el ambiente de época, las modas, la arquitectura, las armas, los enseres utilizados, la geografía de cada zona, su vegetación, los animales que se ven, las maneras de hablar. Todo en una línea coherente que ayude a contar y sea verosímil.  Cada vez que emprendo una tarea así disfruto mucho en armar el archivo de imágenes y datos que es esencial para llevarla a término. Es imprescindible saber de todo un mucho.

 

Para la Revista Mar y Pesca, por ejemplo, he tratado decenas de personajes relacionados con el mar en el mundo entero, desde un descubridor chino, a un navegante del siglo XVI, un pirata canario o una mujer inglesa que se enroló como hombre en una travesía transoceánica. Eso me llevó a conocer más sobre la marinería, los tipos de veleros por época, los aparejos, las maneras de hacer los nudos, las variantes de remos, las herramientas de a bordo. Es algo laborioso pero que se saborea en una faenade meses que es casi siempre solitaria.

 

-Martí y Fidel han sido héroes que has dibujado para niños y niñas. Esa es la punta del iceberg ¿Cuánto de estudio te lleva tratar esos temas?

 

-Estos personajes, tan cercanos a todos los cubanos agradecidos, son muy agradables de tratar, sus vidas hay que contarlas. Son tan importantes porque trascienden su época y se hacen necesarios para vivir mejor hoy. Las nuevas generaciones quieren conocerlos, pero no desde lejos, quieren apretarles mucho la mano, como a amigos viejos, y esa es una tarea en la que los adultos tenemos toda la responsabilidad. No es presentándolos sin contradicciones y como dechados de virtudes intocadas que lograremos que los sientan cercanos.

 

Las mujeres y hombres que esos niños serán en el siglo XXI tienen que saber que Martí erró a veces, que además de dar discursos, de escribir mucho y bien, también compró armas de contrabando, las almacenó, entrenó combatientes, creó claves secretas, escapó de persecuciones, navegó en medio de tormentas, se dobló bajo el peso de sus vituallas de combatiente en la sierra oriental, durmió sin techo junto a las raíces de los árboles. Eso no se visualiza mucho y hace falta que se sepa. El Fidel que mis hijos conocieron es quizás un ancianito noble que hablaba bajito. Ellos, y los cubanos de su edad, necesitan conocer cómo su sola presencia verdeolivo convocaba multitudes porque supo ser justo, auténtico, irreductible. Pero si no se les presenta ahora, ¿cuándo se motivarán a profundizar en su pensamiento? El espacio que dejemos en esa formación otros lo ocuparán para deformar la memoria.

 

Los enemigos de Cuba apuestan al olvido. Esta es, desde hace dos siglos, una guerra de pensamiento. Tenemos que seguir usando todas las opciones dignas para seguir teniendo, como un Anteo victorioso, los pies sobre la tierra, y que ningún invasor moderno pueda levantarnos en vilo para asfixiarnos. Para eso están Martí, Fidel y sus héroes acompañantes. Para ir con ellos desde niños, jugar, preguntarles, desafiarlos a una carrera hasta la Cuba de mañana, quererlos y compartir con ellos una guayaba.

 

-También realizas historietas sobre la historia de la Habana ¿no lo harías de Camagüey?

 

-Ya lo he hecho. Hace años publiqué con Gente Nueva y luego se reeditó por la Editorial Ácana una historieta titulada Al encuentro de El Mayor, que narra una anécdota real de la guerra de independencia en la que un joven jefe mambí de Yaguajay se roba a la novia y se la lleva para su prefectura. La suegra se queja por carta al Mayor General Ignacio Agramonte y este manda a buscar a su subordinado para disciplinarlo por tan grave falta. Por esos tiempos a Agramonte no le temblaba la mano para fusilar a quienes lo merecieran en virtud de encarrilar al Ejército Libertador en la vía de la confrontación con España.

 

El pobre hombre llega muy preocupadoal campamento de El Mayor, pero no puede ser recibido hasta el día siguiente y tiene tanta suerte que en la noche de espera los españoles atacan. Como todo patriota, pelea con heroicidad y al terminar el combate se da de frente con Agramonte. Este lo reprende suavemente y lo reenvía a las villas con la seguridad de que cumplirá su deber ciudadano como ha sabido cumplir su deber militar. Me gustó la historia por su humanismo y en el guion aproveché para hablarle a los lectores sobre el héroe camagüeyano con la inserción de un personaje ficticio que bauticé Liborio.

 

Con motivo del cumpleaños 500 de la villa de Santa María del Puerto del Príncipe publiqué con Ácanatambién  Camagüey, medio milenio de historia y leyendas, un texto ilustrado de 78 páginas donde inserté varias historietas. Salió impreso en el sistema de las ediciones territoriales, sin editar… imagínate. Pero fue mi homenaje a esa ciudad y seguramente habrá otros, porque los merece.

 

También le debo un libro, o más, a Sibanicú, mi pueblito querido. El lugar donde crecí, estudié, conocí el mundo, tuve mis primeras novias y mis amigos de infancia y adolescencia que siempre son inolvidables. Allí están mis maestros de primaria y secundaria. El cine, la biblioteca, el área de levantamiento de pesas, el parque, la librería municipal, la terminal, la calle paralela… Ese es el sitio de mi formación y por supuesto lo recuerdo mucho. Creo que todos los días.

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Con compañeros de trabajo.

 

-Por curiosidad dime con la editorial que no has trabajado… o al revés, escoge.

 

Te voy a responder bajito: eso de que yo colaborara con otras editoriales no le gustaba mucho a la directora anterior de la Casa Editora Abril. Se sentía quizás algo celosa de compartir el capital intelectual de su empresa, o como se dice “el recurso humano”, pero como era legal y en lo personal necesitaba terminar mi casa porque ya tenía dos hijos pequeños, me involucré en muchos proyectos a la vez. El precio de los materiales de construcción, el pago de la mano de obra, y comer todos los días son motivadores suficientes para dormir poco y trabajar hasta soñando.

 

Poco a poco las editoriales me fueron conociendo, es lo normal. Antes tenía que ir y tocarles la puerta. No todas se abrieron desde el inicio, pero cuando los libros comenzaron a agotarse en las librerías o incluso en la propia feria, todo mejoró. He aprendido mucho, he tratado personalmente a figuras de la intelectualidad que conocía de oídas o de sus textos  y he ganado buenos amigos. Quizás lo entrenado durante años en el marketing del turismo se aplicó al desarrollo de mis proyectos editoriales personales. Desde el 2001 he trabajado para poco más de diez editoriales cubanas y alguna que otra del exterior.Hace unos meses iniciamos una sección de historietas en la revista Verdeolivo de las FAR, que ha tenido gran aceptación entre su público.

 

No es nada extraordinario, cualquiera puede hacerlo si se dedica con entusiasmo a proyectos nobles, se ajusta a las necesidades de los lectores, es fiel a sus principios y trata de mejorar un poco cada día. Lo demás es trabajar, vivir, descansar bien, mantener una atmósfera de concordia en la familia, proveerse de los medios técnicos necesarios, ayudar a todo el que lo merezca. Cumplir los compromisos. Saber decir no.

 

Alguien me contó un chiste que se aplica al trabajo editorial y que asegura que para lograr resultados en este campo hay que tener tres condiciones: Ser bueno en lo que haces, entregar a tiempo según lo pactado y ser buena persona. Pero si no puedes tener las tres condiciones puedes resolver ajustándote al menos a dos de ellas, cualesquiera que sean.

 

Es muy gratificante, Paquita, ver lo que dibujaste en manos de los niños, comprobar que alguien pasa por tu lado con un libro tuyo bajo el brazo, o con la revista Zunzún, escuchar a los más chiquitos repitiendo entre risas un parlamento de alguno de tus personajes.  O recibir de una escritora como Nersys Felipe la satisfacción por tus ilustraciones para sus libros. Esos son momentos que deseo a todos los que se dedican o se consagrarán a esta profesión, que no se ve como trabajo sino como placer.

 

En 2011 el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia le otorgó a mi historieta Sandokán en Borneo el premio internacional a la mejor traducción de la obra de un autor italiano en el mundo.En estos momentos tengo la medalla de plata al libro más vendido en el verano de 2012 y la Distinción a la humildad Dora Alonso en el 2016.También los Premios La Edad de Oro y La Rosa Blanca.

 

-¿Cómo te ha ido con el audiovisual?

 

-Tanto tiempo dedicado a lo editorial no me ha dejado todavía hacer lo que quiero en ese ámbito. He realizado varios materiales publicitarios, algún documental con Mundo Latino, he dibujado varios storyboards para clips animados con el ICAIC, trabajé el portal web interno del Hotel Meliá Cohíba,cosas promocionales. De Kukuy el ICAIC realizó tres dibujos animados bajo la dirección de Juan Ruiz, uno de ellos fue premio especial de la UNEAC en el Festival Cubanima 2010. Ahora el ICRT, con guiones míos, está terminando una serie de diez capítulos de dibujos animados titulada Martí contra dos imperios, basada en dos libros de historietas que publiqué con la Editorial Pablo de la Torriente hace unos años.

 

Esta es una época donde el mundo audiovisual es de importancia trascendental y hay que insertarse en él. Antes de agotar las fuerzas físicas quiero entrar de lleno en esto y para eso estoy creando las condiciones necesarias.

 

-Dime qué tienes en el tintero ¿son mil o un millón de proyectos?

 

Cada profesional en su campo siempre tiene múltiples proyectos y es común que uno piense que la vida no alcanzará para realizarlos todos, porque cada día surgen nuevas ideas. De lo que se trata es de concentrarse en lo que se pueda abarcar en cada momento y terminar lo que se comienza. De mis tiempos en la náutica aprendí con los viejos marineros del norte de Camagüey un divertido proverbio que me ha servido siempre: “No es la cachimba la que dobla el labio, es la constancia”.Ser perseverante en cada empeño da resultado, eso es algo que admiro en las personas que me han inspirado.

 

Hace tiempo presenté al Mintur y hace poco al Grupo de Desarrollo de la Bahía de La Habana un proyecto de Parque Temático relacionado con el mito de la piratería caribeña. Se trata de un mega proyecto extra hotelero que se insertará en las ofertas turísticas de Cuba tanto para el mercado nacional como para el foráneo y que según los estudios preliminares de mercado podría generar 18 millones de CUC de utilidad anual. Incluye 69 objetos de obra en siete áreas tematizadas.La zona está estudiada, generaría más de 8 mil puestos de trabajo entre directos e indirectos. Espero que más temprano que tarde se pueda emprender su inversión.

 

Quiero acometer la realización de una serie de 24 capítulos de dibujos animados de Kukuy, cada uno de 12 minutos. Ya están listos los guiones, los diseños de personajes, muchos de los fondos, el análisis de costo… Estoy, con un excelente equipo de profesionales que trabajaremos en esto, buscando el financiamiento necesario, basado en las normativas publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria Número 22, de fecha 10 de agosto de 2016, para proyectos culturales, sin fines comerciales.

 

A finales del pasado año 2016 presenté a la dirección del Poder Popular en La Habana Vieja un proyecto titulado El Jardín de Kukuy, concebido como un parque recreativo para toda la familia y también ¿por qué no? Para los visitantes extranjeros a esa parte de la ciudad. El Jardín… incluirá teatro, sala de juegos electrónicos, tienda tematizada, cafetería, salón multipropósito y un espectacular túnel de los mitos cubanos. Atenderá a los niños y a las personas de la tercera edad, promoverá el debate cultural, las exposiciones folclóricas, los estudios etnográficos, la salvaguarda de la identidad nacional. Creo que ya el gobierno debe estar al responder al respecto.

 

Estoy también involucrado en las versiones de Kukuy para historietas digitales y videojuegos. Termino una novela gráfica titulada El libro secreto de los güijes, y quiero cumplir este año varios encargos como la versión de ¿Dónde está mi Habana? sobre la obra de F. Mond y el álbum ilustrado de El dragón mariposa, de Rubén Rodríguez.

 

-La pregunta que quieras y yo no te he hecho.

 

-Cuando me entrevistaste para La Vida en Cuadritos, hace más de veinte años, hablamos de la necesidad de preparar a los jóvenes historietistas y dar espacio a quienes viven fuera de La Habana. Esa preocupación se mantiene.

 

En el 2015 conversé con el viceministro de cultura Fernando Rojas sobre las dificultades para desarrollar la historieta en Cuba. Un género que en el mundo, hace mucho, ha alcanzado un incuestionable reconocimiento por sus aportes culturales, y se ha convertido en una industria de infinitas posibilidades económicas. La historieta es también un arte, forma parte indiscutible del patrimonio de la nación y muchos creemos que se desaprovecha en las estrategias del país por enfrentar la subversión y la guerra cultural.

 

A pesar del mejoramiento de las condiciones editoriales del país no se han rescatado y por ende no existen publicaciones periódicas especializadas en historieta que son el abono natural para las nuevas hornadas de historietistas futuros. No se ha podido por eso trabajar eficazmente en una cantera de jóvenes profesionales del género. Muchos adolescentes, graduados de las escuelas de arte, pintores… hacen historietas de manera autodidacta, pero muy pocos saben hacer guiones “cubanos”.Un profesional cubano de este género, que publica en Cuba, percibe por un libro de 30 páginas que genera 140 000 pesos de ingreso a la editorial, menos del 0,7 % de esos beneficios.

 

La obra historietística realizada por cubanos, que forma parte notable del patrimonio cultural del país y del mundo, no tiene en Cuba un museo donde preservarse. Cuando los autores fallecen o se dedican a otras cosas para vivir, sus planchas originales muchas veces desaparecen en los basureros.

 

Las únicas revistas nacionales que publican historietas con seguridad son Zunzún, Pionero y Mar y Pesca. Quizás por esto persiste el antiguo criterio de que la historieta es para niños, es “arte menor”, es un “subproducto”. Si solo fuera para niños y jóvenes bastaría recordar el Objetivo 94, aprobado en la Primera Conferencia Nacional del PCC el 29 de marzo de 2012: “Perfeccionar y diversificar las publicaciones infantiles y juveniles para que sus artículos y materiales influyan de modo más efectivo en niños, adolescentes y jóvenes, contribuyan a su formación en valores y respondan a las necesidades gustos e intereses de ese segmento poblacional”.Pero la historieta, como el cine o la música, no tiene edad.

 

No existe ni se planifica crear una Asociación Nacional de Historietistas  o un Centro Promotor de la Historieta, o una Agencia Cubana de Autores de Historietas o cualquier denominación para una entidad que bajo los auspicios del Ministerio de Cultura agrupe a los autores y trace pautas de trabajo para salvar el género en el país.

 

Hace tiempo el intelectual español Carlos Giménez expresó que “quien en la actualidad no sea capaz de hablar de obras y autores de la historieta con la misma propiedad con la que aborda obras y autores de otras manifestaciones del arte tiene que reconocer profundas lagunas culturales en su formación intelectual”. En Cuba tenemos todavía mucho que andar para sobrepasar esas lagunas culturales. Lo mejor de todo es que están claros los problemas con sus propuestas de solución estratégica.Y que a pesar de todo lo anterior las estadísticas del Instituto Cubano del Libro indican que en las ferias la historieta ocupa el tercer lugar entre los géneros más buscados por los cubanos detrás de la novela y el cuento.La historieta genera el 90 % del ingreso de editoriales grandes como la Pablo de la Torriente.

 

Tenemos preparado, hace años, un curso de guion de historietas para el espacio Universidad para Todos, ojalá se limen las dificultades subjetivas y pueda impartirse pronto. Ya se habla por ahí de que el Comic –con de Estados Unidos planea realizar una de sus convenciones en La Habana. Esta organización planifica siempre grandes eventos en los que realizan seminarios y talleres con profesionales de los comics, venta de títulos y de colecciones, presentaciones de películas, encuentros de autógrafos, ventas de originales, concursos de disfraces de personajes famosos, etc. ¿Has oído algo de cómo vamos a prepararnos para este encuentro sea o no inmediato?

 

Quiero terminar asegurándote que todo mi trabajo solo ha sido posible porque he preservado una magnífica familia y he contado en todo momento con el apoyo, la muuucha comprensión y el estímulo de mi esposa Yudeiny Fernández. Mis dos pequeños hijos, Ángel y Alejandro, son mi acicate. Para ellos trabajo, y para toda la infancia de Cuba.

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