Assange, sobre la filtración de la CIA: "Es un acto histórico de devastadora incompetencia"

El fundador de WikiLeaks Julian Assange ofrece una rueda de prensa a través de Facebook para responder a las preguntas sobre la filtración que ha puesto en evidencia las fallas en la seguridad de la CIA. Según Assange, la CIA ha perdido el control sobre su "entero arsenal" de ciberarmas "en un acto histórico de incompetencia devastadora".

Este arsenal ha caído en manos de WikiLeaks que, "por razones obvias", no va a revelar los millones de códigos de piratería electrónica de las ciberarmas, virus, troyanos y demás 'malware', sino que se limitará a hacer pública la información sobre ellas, según el periodista australiano.

Las herramientas de piratería electrónica desarrollada por la CIA pueden controlar e inhabilitar los dispositivos de los usuarios por todo el mundo, así como insertar y extraer información de ellos. Assange ha sometido a duras críticas a la agencia por crear todo un arsenal cibernético y guardarlo en un solo lugar, algo que ha acabado provocando la filtración.

WikiLeaks compartirá los detalles sobre las herramientas de 'hackeo' de la CIA con empresas de la industria tecnológica antes de hacer pública información sobre aquellas. Assange considera urgente crear un 'antídoto' frente estas armas de la CIA.

En suma, lo que pretende el portal es aumentar el conocimiento sobre estas armas en manos de las agencias de Inteligencia para que se cree una 'convención de Ginebra digital' que proteja a la población civil de los ciberataques.

La actividad de la CIA dentro de EE.UU. es extrañamente elevada

De la filtración de WikiLeaks se desprende que los ciberataques de la CIA han tenido un carácter global, pero Assange ha llamado la atención sobre la raramente elevada actividad de la agencia dentro de EE.UU. "Es insólito" para EE.UU. ver a la entidad "involucrarse de manera tan abierta en los asuntos domésticos", ha afirmado el periodista australiano. "WikiLeaks está intrigado al ver este conflicto", ha señalado.

Entre los documentos publicados figuran 22.000 directorios IP en el interior de EE.UU., pero WikiLeaks no investigará si todos fueron objetos de ataques de la CIA.