Linares y las posibilidades de Cuba en el Clásico Mundial

Por supuesto, mi sueño en realidad era una quimera. Eso era imposible. Nadie podía ser como 'El Niño' Linares, un jugador sublime, irrepetible, poseedor de las cinco herramientas del juego, de seis, de siete, de las que hicieran falta.

Por estos días, yo de enviado especial de Prensa Latina y él de leyenda viva del deporte, coincidimos en el fastuoso Tokio Dome durante el albor del IV Clásico Mundial y el diálogo, aunque corto, fue obligado.

No tuve la oportunidad de jugar en Clásicos, me hubiera encantado asistir, a este torneo vienen los mejores peloteros del mundo, aseguró con nostalgia Linares, quien marcó época durante la edad de oro de la pelota cubana, en las décadas del 80' y el 90' del siglo XX.

El otrora antesalista de las selecciones nacionales ostenta los récords de average (.368) y OBP (porcentaje de embasado, .487) en el béisbol cubano, además de ser segundo en anotadas (1,547), tercero en cuadrangulares (404), cuarto en hits (2,195), quinto en impulsadas (1,221) y décimo en bases robadas (246).

Titular olímpico en Barcelona-1992 y Atlanta-1996 y varias veces campeón mundial, el Niño destacó que 'el Clásico es un evento muy fuerte. Cuba deberá redoblar los esfuerzos y echar el resto para avanzar a la segunda ronda'.

Remarcó además que 'hay muchos jugadores que vienen por primera vez (a este tipo de justas)', un arma de doble filo porque a muchos no los conocen y eso es bueno para tener controlado el factor sorpresa, pero la experiencia a este nivel es muy importante.

Sin embargo, quiso salir al paso de los criterios que consideran a este conjunto cubano como el más débil que representó a la isla en las últimas décadas.

Nunca un equipo Cuba puede calificarse de débil. No por gusto estamos aquí en este torneo. Creo que la selección tiene muchas potencialidades y puede clasificar a la segunda fase, enfatizó.

Hasta el momento, los cubanos exhiben balance de 1-1 tras perder en su debut contra Japón y derrotar hoy a China, por lo que el siguiente partido, contra Australia, será vital.

Por otra parte y aunque prefirió no dar un favorito al título del IV Clásico, mencionó a las escuadras de Venezuela, Dominicana, Estados Unidos y Puerto Rico como candidatas al trono.

Sin duda, Linares dejó una impronta excepcional en la historia del béisbol y marcó la vida de muchos niños con sus fildeos de antología y sus batazos tan kilométricos como oportunos.

Ahora de entrenador y analista sigue aportando experiencias y conocimientos a las nuevas generaciones.

¿Se cumplirán sus vaticinios? ¿Podrá Cuba clasificar a la segunda ronda del Clásico? El dios Chronos servirá de testigo.