CRÍTICA DE CINE: Sully

CRÍTICA DE CINE: Sully
Fecha de publicación: 
13 Febrero 2017
0
Imagen principal: 

Esto pasó en la bahía de Hudson, en Estados Unidos. El país que aún guarda dolor por el choque de los aviones contra las Torres Gemelas en el año 2001 no se esperaba que una buena noticia estuviera relacionada con un avión que se vio obligado a hacer un aterrizaje forzoso. El piloto, Chesley Sullenberger (Sully), se vuelve un héroe.

¿Alguien se ha leído Soldados de Salamina de Javier Cercas? (Si quien escribe es Javier Cercas no es posible detenerse a hojear el libro y no devorar con disfrute cada página). Al parecer Clint Eastwood, director de Sully (2016) coincide con Cercas: ¿qué es un héroe sino alguien que se aventura y acierta? Alguien que no se equivoca cuando no puede de ninguna manera equivocarse.

El capitán Sully es, según esta definición, un héroe. Tanto es así que Clint Eastwood se aventura a contar los pormenores de la historia que ya todo el mundo conoce. La suerte es que lo hace con personajes tan carnalmente vivos que su filme respira vida y no noticia encartonada.

Y obviamente Eastwood se comprometió con esta cinta: a ratos se siente que el capitán Sully es de alguna manera el alter ego del mismo Clint Eastwood. Un hombre maduro que está en los finales de su carrera y que apuesta todo en una decisión. Si se equivoca la cuesta la muerte. O peor: la muerte sin gloria. La comparación implícita es bastante obvia.

A pesar de que el final de la historia del avión que aterrizó en la Bahía de Hudson era conocida por todo el mundo, Eastwood se las arregla para convertir esta anécdota feliz en un profundo drama humano. Apoyado por Tom Hanks –perfecta elección de protagónico, por cierto- logra que al espectador, que ya conoce el final de la cinta, contenga la respiración.

Porque no le interesa hacer una película de catástrofe. Lo que quiere puntualizar es el drama humano detrás de lo que pudo haber sido una. Ni se recrea en efectos especiales ni en escenas de pánico. Hace de lo que pudo haber sido una cinta grandilocuente para otros directores, una entrega intimista, sofisticada, que se centra en la subjetividad del protagonista. No en balde llega un momento en que el mismo Sully se cuestiona si habrá hecho bien en aterrizar sobre el río… lo cual le da una mayor dimensión al argumento.

Otra dignísima película de Clint Eastwood, disfrazada de obra menor, que no logra, sin embargo, superar a Million Dollar Baby (Clint Eastwood, 2004). (Aunque… ¿acaso obra alguna pudiera superar la intensidad de Million Dollar Baby? Si no la han degustado, corran a verla… pero ya esa es otra historia.

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.