Marilyn en el Caribe: entre el homenaje y la ironía

Según su propio autor, la novela presentada bajo el cuidado de la casa editorial antillana Arte y Literatura es un tributo a La Habana, a su gente, al cine cubano, en especial el de Tomás Gutiérrez Alea; y también es un juego de parodias.

Vallejo lo asume desde el momento en que uno de los personajes principales de su creación -catalogada como fresca y de lectura fluida- es un estadounidense que decide asilarse en La Habana de 1962, donde le alcanza la vejez y el olvido, tras la Guerra Fría.

Durante la introducción a la edición antillana, el también ministro de Cultura ecuatoriano reveló que su génesis estuvo en cuatro poemas motivados por el aniversario de la muerte de Marilyn Monroe, en 2012. Luego se incluyeron en el cuaderno Mística del Tabernario, galardonado este año con el Premio Honorífico José Lezama Lima, que entrega Casa de las Américas, amplió Vallejo.

El ensayista y crítico literario cubano Emmanuel Tornés subrayó durante la presentación en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, que, efectivamente, la novela en cuestión revela el amor prodigado hacia Cuba por su autor.

Tornés reparó en el exotismo y humor sacralizado, al tiempo que elogió trabajos más recientes de Vallejo como El perpetuo exiliado, una novela histórica que catalogó como otra valiosa ganancia cultural.

A la presentación en el contexto de la vigésimo sexta edición de la cita literaria asistió además el titular cubano de Cultura, Abel Prieto, quien reconoció en su par a un brillante poeta y a una persona muy implicada con la Revolución Ciudadana de su país.

Más de 45 países participan en el mayor evento editorial de Cuba, que tiene lugar en La Habana, hasta el 19 de febrero, para luego extenderse a otras 15 ciudades del país.