Piden a Trump retirar nombramiento de subdirectora de la CIA

El senador demócrata Sheldon Whitehouse pidió hoy al presidente estadounidense, Donald Trump, que retire el nombramiento de Gina Haspel como subdirectora de la CIA, debido a su supuesto involucramiento en programas de tortura de dicha agencia de espionaje.

Estoy especialmente preocupado por los reportes de que esta persona participó además en la destrucción no autorizada de los vídeos de los interrogatorios, que constituían pruebas del uso de métodos ilegales contra dos detenidos, señaló Sheldon en una carta enviada anoche al director de la CIA, Mike Pompeo.

El legislador se unió de esa forma al pedido de sus colegas Ron Wyden y Martin Heinrich, de que se ponga a disposición del público la información clasificada que detalla las causas por las cuales Haspel, quien trabaja en esa entidad federal desde 1985, no está calificada para el cargo.

Según el diario The Hill, el hecho de que Trump designara a Haspel como subdirectora -posición que el Senado no tiene que confirmar- reforzó los temores de que la nueva administración prevé utilizar las técnicas prohibidas, ahora consideradas como torturas, entre otras el ahogamiento simulado (waterboarding) y la privación del sueño.

Como oficial clandestina de inteligencia, Haspel supervisó el interrogatorio de dos sospechosos de terrorismo en una cárcel secreta en Tailandia y posteriormente desempeñó un papel clave en la destrucción de los vídeos que documentan el tratamiento inhumano a dichos prisioneros, según reportes de varios medios de prensa norteamericanos.

Debido a eso, en 2013 la senadora demócrata Dianne Feinstein bloqueó su promoción como directora de los servicios clandestinos en ese organismo de espionaje.

En diciembre de 2014 el Comité de Inteligencia de la Cámara alta aprobó un informe sobre las torturas y otras ilegalidades de la CIA, que en su mayoría tuvieron lugar durante la administración de George W. Bush (2001-2009).

El documento de 525 páginas era un resumen de un estudio secreto de seis mil 770 cuartillas, que relataba el uso de métodos inhumanos por parte de la agencia contra supuestos miembros de la organización extremista Al Qaeda detenidos en cárceles clandestinas.

A pesar de varias solicitudes de legisladores y organizaciones defensoras de los derechos civiles en Estados Unidos para que la Casa Blanca publicara el informe completo, el presidente Barack Obama decidió el 12 de diciembre pasado mantenerlo en secreto durante 12 años con el argumento de que tiene datos muy sensibles de seguridad nacional.