CUBADISCO: Toda la música cubana en las alas de un colibrí

Quien haya seguido la trayectoria de Producciones Colibrí no podrá negar que esta, aún joven, casa discográfica cubana, ha sabido absorber y reflejar lo mejor de nuestra música, desde los clásicos del siglo XIX hasta lo que suena hoy en la radio o en los mp3 de los jóvenes que habitamos esta Isla.

Con 35 nominaciones en casi todas las categorías (Música de archivo, Antología de versiones, Cancionística, Trova, Música latina, Música popular tradicional, Jazz, Música folclórica, Instrumental, Pop, Música de concierto, Música de cámara, Solista concertante, Música lírica, Música coral, Didáctico, Ópera prima, Diseño gráfico, Multimedia, Making off, Documental, CD-DVD, Concierto audiovisual, Notas discográficas, Notas musicológicas y Grabación), Colibrí es la disquera más nombrada del Cubadisco 2012, que se desarrollará en La Habana en mayo próximo.

Marta Bonet, directora de la disquera, conversó con Cubasí.

-Colibrí tiene grandes promesas en este Cubadisco, ya que recibió una gran cantidad de nominaciones. ¿Pudiera resaltar algunos títulos de los que están en concurso?

-Es difícil definir entre estas producciones cuáles sobresalen porque la variedad es grande. Nuestros discos compiten en disímiles géneros; incluso Cubadisco abrió un nuevo segmento para premiar los materiales didácticos, precisamente por el trabajo que Colibrí está haciendo dedicado a la enseñanza artística en Cuba.

Ahí hay una clase magistral de tumbadoras, un método de timbal y drums cubano, así como el disco 20 pianos, del maestro Ernán López-Nussa. Todas las nominaciones en Música de concierto son nuestras y los discos están dedicados a importantes compositores como Carlos Fariñas, Hilario González con Renovación Musical -un grupo de los años 40 que inició la contemporaneidad dentro de la música clásica en Cuba-, Aldo López Gavilán, el maestro Alfredo Diez Nieto y Beatriz Corona como compositora interpretada por jóvenes.

Sergio y José María Vitier tienen también discos importantes de música de cámara e instrumental variada.

Enrique Álvarez y la Charanga Latina tienen un disco muy interesante con obras del repertorio trovadoresco popular con arreglos muy contemporáneos, lo cual redimensiona este tipo de música para los jóvenes de estos tiempos.

Otro título que llama la atención es Guajiras de cámara; es música campesina llevada a los códigos de música de cámara clásica.

Tenemos como nominación especial Los pasos de Chucho del maestro Chucho Valdés, es un disco extraordinario. Y también es una alegría contar con el último fonograma de Santiago Feliú: Ay, la vida.

-Colibrí ha sido una disquera fuerte en la música clásica. Usted dirigió varios años el sello Roldán, que se dedica a este género. ¿Qué valoración tiene de la producción, creación, interpretación y relevo de la música clásica en Cuba?

-Somos la única disquera que posee un sello dedicado a lo clásico en la música cubana. Desde que surgió nuestra empresa, iniciamos este sello con la obra del maestro Leo Brouwer con el volumen Homo ludens, y desde entonces hemos incrementado la producción.

Aquí encontramos desde compositores memorables, cuya obra es patrimonio, hasta los más jóvenes creadores. Colibrí se mueve en un rango muy amplio.

Cuando hicimos las danzas para piano de Ignacio Cervantes nos remontamos a una época representativa de la pianística cubana del siglo XIX. Por ejemplo, hoy tenemos un dúo joven que compite en la categoría de Solista concertante con el álbum Violinesque, que rescata la música para violín y piano de José White, un autor del Romanticismo cubano del siglo XIX.

Además, este año tenemos entre los concursantes a Aldo López Gavilán, quien transita entre el jazz y la música sinfónica contemporánea y clásica. Asimismo, Juan Piñera, un compositor -no tan joven- de estos tiempos, es representado en El álbum de la ciudad celeste.

Actualmente estamos grabando en Abdala un disco de la Camerata Ensemble Alternativo, un grupo muy joven que trae a la palestra obras de noveles intérpretes recién graduados o estudiantes del Instituto Superior de Arte.

En el caso de los discos que hemos hecho con obras de figuras cimeras, muchas veces estas han sido interpretadas por jóvenes músicos.

-¿Es una intención?

-Exactamente. Con toda intención lo hemos hecho. El objetivo es que los jóvenes músicos de hoy conozcan, interpreten esa obra y la trasmitan desde su experiencia, desde su pensamiento musical, que es de estos tiempos.

Un ejemplo es el disco Capricho cubano, de Diez Nieto. Él es una cátedra dentro de la enseñanza musical en Cuba, es un compositor muy importante con 92 años, prolífero, en toda su capacidad, y actualmente imparte clases en el ISA.

Sin embargo, esta es la primera vez que se registra su obra en soporte fonográfico. Este disco tiene, además, una multimedia con las partituras, que pueden ser muy útiles para los estudiantes de música.

-El jazz hecho por jóvenes ha sido una de las mejores colecciones de Colibrí, ¿cómo sigue actualmente ese trabajo, qué proyectos están en proceso?

-El Joven Espíritu del Jazz Cubano está representado en este Cubadisco con los CD Alucinaciones, de Rolandito Luna, y Herencia, de Harold López-Nussa.

Está por concluir el disco de Alejandro Falcón, Claroscuro, el del saxofonista Michel Herrera y el álbum Bembé en Santa Amalia.

Estamos preparando la grabación del bajista de Gastón Joya y pronto trabajaremos con el proyecto Havana Jazz Collective, de Yasek Manzano. Será un disco con DVD.