Pesas cubanas: Reencontrar la ruta entre kilogramos

Vicente Gálvez ha dedicado su vida a formar generaciones de pesistas. Conversamos en el gimnasio del Cerro Pelado en la apertura del nuevo ciclo y su rostro no podía esconder cierto descontento luego de evaluar los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y el ciclo que recién culminó.

Lo cierto es que la disciplina está urgida de reencontrar su camino, y hacia allí pretenden enrumbar con todos los esfuerzos.

Nuevamente el pinero Yoelmis Hernández (85 kg) y la capitalina Marina Rodríguez (63), fungen como bujías de los elencos masculino y femenino, luego de que el primero se ubicara undécimo con biatlón de 350 (150-200) en categoría dominada por el iraní Rostami Kianoush, récord mundial y olímpico de 396 (179-217); y Marina recalara octava 215 (94-121) en división en la cual estableció su feudo la china Deng Wei, plusmarquista con 262 (115-147).

Tales performances le merecieron cerrar en el ranking del orbe en respectivas posiciones 20 y 16: “Yoelmis no cumplió los pronósticos atendiendo a su condición de tres veces medallista universal. Amén de eso, tenía trazado objetivo pre-competencia entre el octavo y décimo puesto y terminó en el 11 por mayor peso corporal (84.49) que el francés Benjamin Hennequin (84.43). Sucede que transitó por la etapa final del ciclo con problemas de lesión en su espalda baja. De ahí que sus registros hayan distado sobremanera de su biatlón cimero en competencia oficial de 374 kg (164-210) correspondiente al Mundial de Antalya, Turquía 2010 y que en Río le hubiese valido el sexto escaño.

Tras Río hicimos los análisis correspondientes y sobre las deficiencias detectadas estamos trabajando”, inició Gálvez sus apreciaciones, luego de ponderar el rendimiento de los elencos masculino, primero en el Panamericano de Cartagena, y la cuarta plaza de la armada femenina en el propio escenario.

Ese resultado les permitió, tras una cuestionable estrategia de clasificación en los dos últimos mundiales del cuatrienio, inscribir a un representante en cada sexo a suelo carioca.

¿Con qué potencial cuenta la preselección en este minuto?

“Lo primero es que la preselección creció en matrícula de 35 a 46 atletas, divididos en 21 damas y 25 varones. Este crecimiento está acompañado de renovaciones en el colectivo de entrenadores que nos ha permitido ganar en solidez. Con ellos estamos en un proceso de desarrollo y superación de conocimientos, como son los casos de Yordanis Borrero y Camilo Reinaldo”.

¿Divisiones en cada sexo de mayor empuje para encarar el ciclo?

“Tenemos que hablar de los 77 y 85 kg en primer orden con Adriel La O y Yoelmis Hernández. Además tenemos a Víctor Javier Quiñones de 23 años y 94 kg, Olfides Sáenz que es el sucesor de Yoelmis en los 85, y en los 105 se encuentra José Raúl Aguiar, doble campeón continental juvenil, junto a Juan Columbié, de 21 abriles. No descartamos a Dariel Villarreal en los 62 kg, mientras en los 69 contamos con Yurifel Luarte de perspectivas y 19 abriles.

De forma general al menos contamos con un exponente en cada categoría.

En el femenino sucede algo similar. Pese a no contar con el mismo nivel de sus homólogos hay figuras como Marina, Sahily Valdespino (58), Niulys González (53) y Rachel Fernández (53), de Cienfuegos y con potencialidades. Esa es la columna vertebral de la escuadra. Redondeamos en los 69 con Mariela Hernández Pita y Melissa Mayda”.

Cabe destacar que, al igual que sucedió con la lucha femenina, el levantamiento de pesas para chicas inició su práctica, pocos meses antes de la justa centro caribeña.

¿Horizonte competitivo inmediato?

“El objetivo fundamental de este año y hacia donde hemos dirigido la preparación, es clasificar a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena 2018 al mayor número de atletas posibles en el Panamericano del deporte que se celebrará en Miami, Estados Unidos. Como se dice en el argot popular ahí se romperá el corojo. Antes, tendremos como es habitual, un termómetro preparatorio previo interno con el Internacional Manuel Suárez”.

El bronce del granmense Iván Cámbar (77 kg) en la edición bajo los cinco aros de Londres 2012 dista cada vez más en el recuerdo. Próximo a cumplir 30 años, es probable que Yoelmis no pueda romper en Tokio el maleficio que lo circunda en ediciones estivales, donde la calidad sobre la plataforma se optimiza a niveles insospechados. Daniel Núñez, Pablo Lara, Idalberto Aranda, William Vargas... Añoranza entre kilogramos.

Río evidenció que China, los restantes países de Asia y algunas ex repúblicas soviéticas, dominaron el concierto. El colombiano Oscar Figueroa (62 kg) constituyó la excepción con su vellocino, acompañado de su coterráneo Luis Javier Mosquera en los 69, como únicos capaces de escalar al podio por Latinoamérica entre 20 naciones que se colgaron al menos un metal en la Ciudad Maravillosa.

Nuestros exponentes se hallan distantes de la élite del orbe en estos momentos, a pesar de algunas individualidades. Urge trabajar con la cantera, llevar a la par el perfeccionamiento técnico en los distintos elementos que componen los movimientos de arranque y envión, conjugar con tino las capacidades físicas de cada pesista. Solo así Gálvez, su equipo y los protagonistas, podrán reencontrar la ruta.