La Gran Final (I): “El Caballo” define el primer partido…

Cuando Osvaldo Vázquez le botó la pelota a Yoelkys Cruz en la parte baja de la segunda y los Tigres fabricaron un total de tres anotaciones, todo parecía indicar que no caminaría mucho en el encuentro. Pero Carlos Martí aplicó la máxima de que los abridores están para devorar entradas y Yoelkys fue sorteando escollos hasta la séptima. Aquí radicó el éxito de Granma en el partido.

En la valla opuesta estuvo inmenso Vladimir García, quien al término de siete actos sólo había tolerado un imparable, apoyado en la buena localización de su recta (91-92MPH) y los rompientes que atacaban con acierto la zona de duda. Pero en el octavo salió sin fuerzas con la rápida, otorgó un boleto y Yordan Manduley hizo el ajuste por la banda opuesta para mandarlo a las duchas.

El pinareño Raidel Martínez entró con potencia, pero demasiado predecible en su estrategia de pitcheo y por supuesto que le costó caro. Carlos Benítez aceleró su swing y le pegó al jardín central el cañonazo que fletó las dos del empate. Hubo dos desatenciones defensivas en el inning que le costaron a Ciego: el fly de foul que no pudo capturar Yorelvis Charles y el infield hit de Dennis Laza, atacado muy pasivo por Yorbis Borroto.

En lo adelante el choque fue un torrente de emociones. Edilse Silva abrió con doblete el final del octavo y el alto mando oriental envió a su estelar cerrador Miguel Lahera para socavar la situación. Lahera cerró el puerto durante tres capítulos –con apenas un hit- y se apuntó así una importantísima victoria en la apertura de la final.

En la décima Alfredo Despaigne demostró por qué está en otro eslabón de béisbol y descargó todo su poder sobre una recta alta del jovencito Raidel Martínez para definir dramáticamente su primer juego en finales domésticas. Mi voto de MVP es sin dudas para el “Caballo” de los “Caballos”…

Del juego…

Lo positivo: El repunte granmense en el octavo demuestra que el equipo tiene sangre para conseguir el campeonato.

Lo negativo: La actuación arbitral sigue dejando mucho que desear. Erráticos en la expulsión de Avilés, quien no debió tirar su casco, pero tampoco podía ser expulsado por el árbitro de tercera. Esa decisión le correspondía al principal…

Lo inconcebible: Que Raidel Martínez retara a un bateador de la categoría de Despaigne a pura velocidad y en zona alta con el juego empatado.

El marcador: Granma (4)- Ciego de Ávila (3) 10inn. G: Miguel Lahera (1-0); P: Raidel Martínez (0-1). Jrs: Osvaldo Vázquez (CAV-1ro), Alfredo Despaigne (Grm-3ro).

La pregunta: ¿Qué le pareció el primer duelo de la final entre Ciego de Ávila y Granma?

Escríbanos a: javierdo@infomed.sld.cu